Las obras del palacio provincial de la Diputación de Zaragoza estarán terminadas para finales de marzo. Así lo aseguró ayer el presidente de la institución, Javier Lambán, poco antes del pleno en el que se aprobó --con la abstención del Partido Popular-- el proyecto modificado de los trabajos de reforma y ampliación de la sede. Tras años de retrasos desde el comienzo de la actuación, que estaba prevista para octubre del 2006 y se demoró hasta marzo del 2007, Lambán señaló que esta se encuentra ya en la recta final.

"La arqueología ya no puede deparar más sorpresas desagradables", señaló Lambán, en referencia al hallazgo de sucesivos restos históricos, una de las principales causas de las demoras junto a cuestiones como el traslado de los trabajadores. Tal y como explicó el arquitecto de la institución provincial, Carlos Bressel, los trabajos se centran ahora en los acabados y la instalación de suministros. La excavación ha concluido y tampoco ha aparecido arcilla sobre la grava que haya obligado a retrasar aún más la obra, así que esta última estimación debería ser la definitiva tras una sucesión de cambios de fecha que retrasó el fin de la actuación desde finales del 2009 hasta mediados del 2010, pasando por la primavera de este mismo año.

El retraso de las obras ha ido acompañado de un progresivo incremento del presupuesto, si bien las obras se habían adjudicado por un 25% menos sobre el precio de licitación. La unión temporal de empresas formada por Obrascón Huarte Laín y Construcciones Mariano López Navarro se hizo con el contrato por unos 12 millones de euros en julio del 2006, con un plazo de ejecución de 20 meses. El desfase ha situado el coste final en cerca de 16 millones, por lo que Lambán insistió en que, en realidad, el precio ha terminado aproximándose al del proyecto inicial.

El presidente de la institución provincial destacó que estas obras han permitido recuperar el último vestigio del convento franciscano, un inmueble de principios del siglo XIX que fue destruido casi totalmente por los franceses en el segundo Sitio de Zaragoza, así como la capilla del convento y el Salón de Quintas. Las estancias renovadas acogerán servicios administrativos y, previsiblemente, el salón de plenos una vez que los trabajos estén totalmente terminados.