Los barcos del Ebro han doblado su número de pasajeros en un mes. Se ha pasado de las 1.690 personas de junio a los 3.485 de julio. La ocupación del 38% ha dejado paso a otra que ronda el 70%. A pesar de ello, la empresa explotadora del servicio, Alosa, espera seguir creciendo durante agosto porque reconoce que los resultados siguen sin cubrir las expectativas iniciales. Se espera más. Pero no se quieren hacer balances.

Las cifras están creciendo y son mejores que las del pasado año, cuando en julio del 2009 se realizaron 223 servicios. En esta ocasión, en cambio, se han alcanzado los 369. La ocupación fue del 41% el pasado año, mientras que en el 2010 ha sido del 70%. Y eso que ni los caudales ni el viento han acompañado. Durante varios días no se ha podido ofrecer el servicio. Por eso se espera que este agosto permita incrementar los datos de ocupación. Aunque los resultados son más positivos que en la campaña anterior, los responsables de la concesionaria siguen sin estar satisfechos. En su opinión, la crisis se está dejando notar.

De hecho, los Ebrobuses solo han ido llenos en las jornadas de puertas abiertas que se han realizado. Los viajes a un euro convencieron a muchos ciudadanos. Pero luego, en el día a día, a pesar de las promociones, el servicio sigue pareciendo caro. De momento, Alosa no se plantea bajar los precios, aunque se está estudiando la posibilidad de repetir la experiencia de las puertas abiertas. En la actualidad, la vuelta completa, con cuatro paradas, cuesta 10 euros, 8 con rebaja. La opción más barata es la del recorrido con una parada y un cuarto de vuelta, que tiene un coste de 3,20 con descuento.

La mayor parte de los billetes se siguen vendiendo durante los fines de semana, cuando se registra una actividad más intensa. Fuentes de Alosa recordaron que el esfuerzo promocional que se ha realizado en los últimos meses ha sido "muy importante" y que ahora solo se están recogiendo una parte de los resultados. Los verdaderos frutos esperan recogerlos en agosto.

La navegación por el río sigue sin ser fácil. El pasado fin de semana un Ebrobús encalló a la altura del puente de La Almozara cuando transportaba a 23 pasajeros. Aunque se han solucionado los problemas de las campañas anteriores. las embarcaciones siguen teniendo dificultades, sobre todo en las inmediaciones del puente de Santiago, en dirección al recinto de la Expo. También ha tenido problemas el catamarán Félix de Azara, que ha realizado algunos viajes y que está disponible, según la empresa. Pero en la página web se indica que no está operativo.

A pesar de las cautelas de los responsables de Alosa, las cifras indican que el servicio poco a poco logra remontar. A pesar de ello, la rentabilidad o no de la navegación sigue siendo la gran incógnita.