Los responsables de la Guardia Civil de Tráfico están endureciendo en Aragón las sanciones a los agentes del cuerpo por poner pocas multas. En Zaragoza, según explicaron fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), se esta produciendo desde el pasado mes de octubre un constante goteo de castigos al ritmo de uno cada dos semanas, aproximadamente.

Las sanciones comenzaron tres meses después de la implantación del nuevo RAI (Registro de Actividades Individuales), un sistema de valoración del trabajo de los agentes en el que la puntuación de una denuncia por exceso de velocidad cuadruplica a la que conlleva recuperar un coche robado o proteger a las víctimas de un accidente, que siempre es entre tres y nueve veces inferior a la que da el arresto de un conductor ebrio.

Sin embargo, la aplicación de este baremo coincide en el tiempo con la generalización de la huelga de bolis caídos que los agentes de Tráfico pusieron en marcha la primavera del año pasado como protesta por sus duras condiciones laborales --horarios, libranzas, etcétera--. Desde entonces, los guardias optan por reconvenir a los conductores que cometen infracciones de carácter leve en lugar de ponerles denuncias, lo que ha provocado un notable descenso de la recaudación por multas. Sí denuncian a los automovilistas que realizan conductas graves.

Los subsectores de Tráfico --escalón provincial-- se basan en las valoraciones del RAI para imponer sancionar a los agentes cuyo resultado es claramente inferior a la media de su unidad con la pérdida del complemento de seguridad vial y del plus de productividad ese mes, lo que supone restar casi 220 euros en nóminas de menos de 1.500 que ya fueron rebajadas un 5% en junio del año pasado.

RECURSOS Todas las sanciones impuestas por los subsectores aragoneses han sido posteriormente ratificadas por el Sector --ámbito autonómico--, lo que lleva a los afectados a recurrirlas ante los juzgados de lo Contencioso Administrativo. Fuentes de la AUGC confirmaron que varios recursos han sido admitidos a trámite y que las vistas orales de tres de ellos ya están señaladas para los meses de enero y de marzo del 2012.

El goteo de sanciones a los agentes está provocando un profundo malestar en las bases de la Guardia Civil, explicaron fuentes del cuerpo. Máxime, cuando la huelga de bolis caídos y el descenso del volumen de denuncias y multas coincide con unos meses en los que la mortalidad en las carreteras ha descendido hasta niveles nunca registrados en las estadísticas de la DGT.

En el caso de Aragón, el primer año de la movilización fue el menos sangriento desde que existen datos. Y en lo que va de este las cifras son prácticamente iguales: 33 víctimas mortales en 32 accidentes entre el 1 de enero y el 16 de julio frente los 32 fallecidos en 30 siniestros del mismo periodo del año anterior. Por provincias, los datos Huesca y Teruel empeoran al pasar de 10 óbitos a 11 y de cuatro a cinco, respectivamente, mientras que las cifras mejoran en Zaragoza, donde se reducen de 18 a 17.

Esa situación lleva a los responsables de la AUGC a considerar que "la política de concienciación de los guardias civiles en la huelga de bolis está dando más y mejores resultados que las políticas intimidatorias del Gobierno con medidas como el carnet con puntos y la criminalización de determinadas infracciones".

Las mismas fuentes criticaron el legado que deja en Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, bajo cuyo mandato fueron abiertos más de 200 expedientes a responsables de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil. "Se va dejándolo todo atado y bien atado: el retroceso de derechos como el de manifestación, el afán recaudatorio y la represión a las asociaciones", añadieron.