El río Ebro a su paso por Zaragoza volvió a presentar ayer unos mínimos niveles de caudal, por debajo de los 30.000 litros por segundo. Cuando se está por debajo de esta cifra, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) considera que se está por debajo del caudal de seguridad que garantiza la seguridad medioambiental del río, es decir, que se puede absorber los vertidos autorizados sin amenazar el ecosistema fluvial.

Desde las ocho de la mañana hasta las doce del mediodía de ayer, el Ebro solo registró 28,93 metros cúbicos por segundo. Poco después subió el caudal ligeramente hasta acabar el día con 52 metros cúbicos por segundo y una altura de 70 centímetros.

Es la segunda vez este mes que el Ebro no sobrepasa el caudal de seguridad, como consecuencia de la escasez de lluvia (algo habitual en verano) y el aumento de la demanda de consumo en plena campaña de riegos. La ocasión anterior fue el pasado 13 de julio, cuando cayó hasta los 20.070 litros por segundo.

La situación es peor que la del 2010, ya que el caudal mínimo que tuvo el Ebro a su paso por Zaragoza fue de 38,4 metros cúbicos por segundo, el pasado 14 de agosto.