Hace 10 años, el día 16 de agosto del 2003, una catastrófica tormenta de granizo asoló la ciudad de Alcañiz, donde destruyó la práctica totalidad de los tejados y abolló más de 300 coches que estaban circulando o estacionados en la calle. El fenómeno duró 35 interminables minutos y, según algunos testimonios, llegaron a caer granos de 900 gramos de peso, aunque muchos alcanzaban el medio kilo. Los destrozos fueron tan elevados que albañiles de toda España se desplazaron a Alcañiz para reconstruir los tejados, mientras que algunos coches quedaron inservibles.