La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) prevé que la demanda de agua de todos los sectores de usuarios de la cuenca siga creciendo en los próximos años al mismo tiempo que los recursos del río menguan como consecuencia del cambio climático.

Así, el Esquema de Temas Importantes del Plan Hidrológico del Segura (PHS), que el jueves obtuvo el visto bueno del Consejo Nacional del Agua con el voto en contra del Gobierno de Aragón y de cuatro vocales ecologistas, contempla que esa cuenca acumule en el 2027 un déficit hídrico de 632 hectómetros cúbicos anuales: los usuarios demandarán 1.798 mientras que los recursos propios se quedarán en 1.166. Y la aportación media de los trasvases que ya recibe del Tajo y el Guadalquivir --337-- solo reducirán el desequilibrio a 295.

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la DGA, Modesto Lobón, explicó su oposición por el hecho de que el PHS contemple la posibilidad de recibir agua "de cualquier río", un precepto que, en todo caso, no corresponde a los planes de cuenca sino al nacional.

El documento estima que la cuenca del Segura necesitará en el 2027 hasta 224,4 hectómetros cúbicos más que ahora para cubrir la demanda urbana --34,4 más--, 1.501,4 para la agraria --19,1 menos--, 19,9 para la industria --9 mas--, 31,7 para mantener los humedales --la misma-- y 20,6 --13,1 más-- para regar campos de golf, además de 84, 3 --0,7 más-- para los usuarios de la zona del trasvase del Tajo.

Paralelamente, el PHS cifra en 1.189 hectómetros cúbicos anuales los recursos propios de la cuenca, aunque ese volumen queda reducido a 1.166 como consecuencia del cambio climático, el cual, según un estudio del Cedex, desplomará un 11% las aportaciones naturales.

RECURSOS

Esa estimación incluye 626 hectómetros anuales de las aportaciones del río en régimen natural, 93 de la recarga de acuíferos que no drenan al Segura, 20 de las ramblas costeras y 184 procedentes de las plantas desalinizadoras, además de 143 de retornos urbanos e industriales que no llegan al mar y otros cien de retornos de riego. El aprovechamiento real de estos últimos 243 hectómetros es, cuando menos, cuestionable.

Los responsables de la planificación hidrológica en la cuenca del Segura prevén que en los próximos 14 años el censo de habitantes la demarcación aumente en casi 30.000 personas para situarse en 2.108.148 habitantes, a lo que suman una población estacional de 817.727 --240.000 más-- cuya demanda de agua equivaldrá a la de 158.024 vecinos permanentes. También contemplan la construcción de 20.000 nuevas viviendas principales y 8.000 secundarias.

Prevén la puesta en riego de 824 hectáreas, un aumento de 24.000 cabezas en la cabaña ganadera, así como la duplicación de la demanda para mantener campos de golf, que pasarán de requerir 7,5 hectómetros anuales a necesitar 20,6.