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DELITOS ECONÓMICOS

Una refinería acusa a su gestor de causar un 'agujero' de 67.000

Le piden 5 años de prisión por facturas falsasy créditos indebidos

Una refinería acusa a su gestor de causar un 'agujero' de 67.000

Una refinería de metal de Zaragoza pidió ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza que su exgestor, Eugenio G. P., pase cinco años entre rejas y les abone los más de 67.000 euros que, consideran, les hizo perder. La Fiscalía rebaja el perjuicio a 25.000 euros y la pena a un año de cárcel, por administración desleal. El acusado, defendido por Gabriel Miró, se presentó ante los magistrados de la Sección Primera como un hombre de paja del máximo accionista de la empresa y defendió que no cometió ninguna deslealtad. Por ello, su abogado solicitó la absolución.

Según explicó, entró en la empresa como comercial, y poco a poco fue ascendiendo a director comercial y, tras el concurso de acreedores, a gestor "con tarjeta de director general y con poderes, pero sin disposición de pagos y cobros, solo para vender el convenio a los acreedores y que aceptaran la quita", explicó.

El hombre justificó las facturas que la empresa considera fraudulentas, como las de viajes, o tiendas de dietética, ya que vivía en Granollers y "para no generar más gasto prefería comprarme la comida y comérmela por el camino que parar en un restaurante, como tenía derecho", explicó. También aseguró, tras las preguntas del abogado de la empresa, Javier Ferreira, que sus superiores le sugirieron que facturase un viaje a París como recompensa por su trabajo, o uno a Rumanía para aprovechar y visitar refinerías.

"Lo que hice lo hice con la mejor voluntad de salvar a la empresa, y la empresa se salvó gracias a esto", expuso. Aseguró que le despidieron "porque ya había hecho el papel que (el máximo accionista) esperaba de mi", pero que su "error" reconocido fue no reflejar ninguno de los acuerdos a los que llegó con sus superiores por escrito, lo que justificó su despido.

La empresa lo ve de otra manera. Considera que, entre facturas falsas --aseguran que comprobaron que en muchos hoteles donde supuestamente había dormido, nunca había estado--, avales y créditos que suscribió tras el concurso de acreedores en lugar de antes (por los que podrían haberse beneficiado de una quita), generó un perjuicio de más de 67.000 euros a la refinería.

Él sostiene que le están utilizando como cabeza de turco y solicita que sean sus exjefes quienes paguen las costas del juicio, además de liberarle de toda responsabilidad.

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