Antonio Placer Brun: "Se detecta la presencia de menores en casas de apuestas"

Antonio Placer Brun (Zaragoza, 1952) tomó posesión esta semana del cargo de comisario jefe de la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía en Aragón. Una vuelta a su tierra, como repite, tras cuatro años de paréntesis como jefe provincial en Huelva.

--¿Cómo le ha sentado el paréntesis fuera de Aragón?

--He estado cuatro años y pico en Huelva y me han ido muy bien, tanto en lo personal como en lo profesional. He podido conocer Andalucía y sus peculiaridades, y Huelva es una provincia extraordinaria, pero yo echaba de menos Zaragoza, todo salvo el cierzo (ríe). Estoy muy vinculado a la tierra, también a Huesca, de donde eran mis padres (y ejerció de jefe provincial), y este nombramiento me vino a la mano en el momento oportuno. Lo asumo lleno de motivación y de interés por servir, también al Gobierno de Aragón. Al fin y al cabo, no hay unidad más aragonesa que esta.

--En su toma de posesión apostó por optimizar los recursos humanos, ¿ya tiene pensada alguna medida?

--No se trata tanto de medidas concretas sino de trabajo diario. La unidad funciona extraordinariamente bien y se trata de desarrollar las competencias que tiene transferidas la comunidad.

--También apostó, como su predecesor (Fernando Oliván) por intentar dar más visibilidad a la unidad, ¿su trabajo se valora poco?

--No quise decir que no hubiese proximidad con el ciudadano, pero sí quisiera intensificarla, la podemos hacer más visible. Con lo excelente que es esta plantilla, tenemos mimbres para ello. De visibilizar el trabajo también se encargará el Gobierno de Aragón. Por ejemplo, ahora tenemos un apartado en la página web de la DGA, lo que hasta ahora no ocurría, y ayuda a conocer los objetivos de la Unidad Adscrita y su conocimiento general.

--¿La necesidad de aumentar la plantilla es acuciante?

--Las plantillas policiales se van reduciendo, no son tan amplias como sería deseable. En la unidad tenemos unos 150 agentes y hay 50 plazas en segunda actividad, pero está desapareciendo en la Policía. Aunque no se completen los 50 en activo, habría que aumentar la plantilla y me consta que está previsto gestionarlo entre el Gobierno de Aragón y el Ministerio del Interior.

--¿Con los agentes que hay llega para asumir las competencias?

--Tenemos muchas, como la protección de edificios y personalidades, que es la que más nos ocupa y hay que desempeñar en todo Aragón. Yo intentaré asumir todas las competencias que contempla el Estatuto de Autonomía, sin que signifique cambios drásticos.

--¿Cuáles se podrían prestar, que no se asuman ya?

--Por ejemplo en materia de medio ambiente o protección del patrimonio histórico. Pero se trata de hacerlo progresivamente y sin invadir competencias de nadie, con un espíritu de máxima colaboración.

--Una de las tareas que ya asumen es el control de espectáculos y la presencia de menores en ellos. La DGA está en proceso de cambiar la última normativa por ineficaz, ¿está usted involucrado en este cambio?

--No estoy participando, sé que está en marcha un nuevo decreto, pero por el momento nosotros aplicamos el vigente. También está entre nuestras competencias el control de espectáculos taurinos.

--¿El control del juego es de lo que más trabajo les da?

--El auge de los salones de juego y casas de apuestas ha hecho que se desarrolle una actividad de inspección y sancionadora muy importante, también en la detección de establecimientos prohibidos. Se está detectando y sancionando la presencia de menores en los mismos.

--Otra de las líneas de trabajo que apuntó en su toma de posesión fue la colaboración con otros cuerpos, ¿hay deficiencias?

--No es que haya deficiencias, sino que todo es susceptible de mejorar. Mi intención es hacerlo en cuanto al Cuerpo Nacional de Policía, al que pertenecemos, pero también con el cuerpo hermano de la Guardia Civil y con las policías locales. Es fundamental que exista coordinación.

--¿En cuanto a los medios materiales ha notado carencias?

--Todo es mejorable, pero la dotación es aceptable. Es mi obligación dotar a los policías de los mejores medios, pero con peticiones razonables, ordenadas.