Durante la madrugada del pasado martes comenzó oficialmente la estación del verano, un periodo que será seco y muy caluroso en Aragón. Eso es lo que explicó ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la comunidad, Rafael Requena, que explicó que en los próximos tres meses se prevén unas temperaturas con valores superiores a los normales en las tres provincias, y con unos niveles de precipitación inferiores a la media.

"Será un verano típico y normal, como los de los últimos años", señaló Requena, quién informó además de que costará que las altas temperaturas se estabilicen al principio y que, de momento, el final de este mes de junio se prevé lluvioso. Para el próximo fin de semana se esperan tormentas con lluvias dispersas, que remitirán el domingo, día de elecciones, por lo que se vivirá una jornada un poco más fresca (que no fría, puesto que los termómetros no bajarán de los 30 grados).

Sin embargo, el delegado territorial quiso ser cauto y subrayó que la probabilidad de que este verano sea más cálido y seco en Aragón tiene una probabilidad de únicamente un 40-45%, por lo que "podría pasar cualquier cosa". Por ello, recordó que se esperaba una primavera muy cálida, con unas expectativas del 65% y no se cumpleron en absoluto.

Respecto al comportamiento climatológico del segundo trimestre del año (marzo, abril y mayo) Requena comentó que fueron meses fríos en general --con temperaturas siete décimas por debajo de las medias-- y húmedos, con un promedio de precipitaciones con un superávit de 15 litros por metro cuadrado. Sin embargo, apuntó que hubo grandes contrastes entre las provincias de Huesca y Teruel: mientras que la primera de ellas tuvo periodos muy lluviosos, la segunda sufrió una de las temporadas de mayor sequía de su historia reciente.