"Nunca había estudiado tanto para un examen. Ni en la universidad", comentó Nacho Vicente, uno de los más de 600 aspirantes a bombero que ayer se presentaba a las 40 plazas que oferta el Ayuntamiento de Zaragoza. Este primer ejercicio teórico constaba de un cuestionario de cien preguntas, de las cuales 20 estaban relacionadas con legislación, y el resto eran relativas a la profesión. Además, el examen contaba con otro apartado de 10 preguntas sobre el callejero de la capital, prueba en la cual los zaragozanos "podrían tener más ventaja", según Vicente.

Materiales de extinción, protección respiratoria, conservación de edificios o tipos de fuego son algunos de los cuarenta temas que los opositores debían prepararse para esta primera parte teórica. En septiembre tendrán lugar las seis pruebas físicas que completan la oposición. Entre ellas, la subida por una cuerda en un tiempo concreto, una prueba de natación, una carrera de 1.500 metros y pruebas de equilibrio y claustrofobia. Las personas que aprueben todo el proceso realizarán un curso obligatorio de formación, previo a su incorporación al cuerpo.

PREPARACIÓN // Durante los últimos cinco meses, Vicente ha dedicado una media de 7 horas al día para preparar esta oposición pública, que no se repetía desde el 2008. La ausencia de convocatoria durante 7 años ha podido llevar a que el número de inscritos esta vez ascienda a 1.194. Del total, ayer hicieron acto de presencia 639, entre ellos 18 mujeres, lo que representa el 2,81%.

"Con estas 40 plazas vamos a poner un pequeño parche para intentar arreglar la situación de falta de personal en la plantilla", explicó Juan Pascual, jefe de Bomberos, quién apuntó que la solución de este problema "tiene que ser a largo plazo". El cuerpo de Bomberos cuenta con un decreto de jubilación anticipada, mediante el cual los mayores de 55 años pasan a la escala auxiliar, donde realizan actividades de oficina y mantenimiento de las instalaciones. Cinco años después alcanzan la jubilación definitiva. "Anualmente, la baja de efectivos está entre las 20 y 30 plazas", comentó Pascual.

El sindicato mayoritario de Bomberos de Zaragoza, la Confederación de Seguridad Local (CSL), valoró "muy positivamente para Aragón" la convocatoria de las plazas. Como secretario general, Francisco Javier Tomey quiso hacer un llamamiento al servicio público para que "el año que viene se convoquen otras cuarenta plazas".

Entre enero de este año y septiembre del 2017, 41 efectivos pasarán a la escala auxiliar, lo que significa que las plazas que acaban de salir ya "estarán amortizadas" para esta fecha, explicó Tomey, quien denunció que se encuentran "bajo mínimos". Actualmente la plantilla cuenta con 300 bomberos, la mitad que antes de la crisis.

Por su parte, el concejal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero anunció que "se espera que en el 2017, así como durante años venideros, saquemos más plazas ya que es una plantilla mermada".