El Ayuntamiento de Valencia no ve con buenos ojos que la Expo instale en la ciudad levantina la denominada Caravana del Agua que promociona la muestra por España. El equipo de Gobierno de Rita Barberá entiende que sería una "provocación" que puede originar "altercados" por las diferencias en materia hidráulica entre ambas regiones y desaconseja su paso por la capital del Turia.

Así lo afirmó el primer teniente de alcalde del consistorio valenciano, Alfonso Grau, tras la celebración de la Junta de Gobierno local, donde indicó que esta recomendación se realiza por "prudencia", aunque reconoció que si reciben una petición formal no saben lo que finalmente decidirá el ayuntamiento. No obstante, Graus advirtió que los agricultores podrían montar una "tomatina como la de Buñol".

Para Graus esta acción es como "nombrar la soga en casa del ahorcado" y sostuvo que Valencia no tendrá ningún problema en promocionar este acontecimiento, ya que el ayuntamiento dará publicidad al expositor que la Generalitat tiene previsto instalar en la Expo. Sin embargo, se preguntó qué les parecería a los zaragozanos pedir "montar una manifestación en la plaza del Pilar a favor del trasvase del Ebro".

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, consideró ayer que no es "sensato" por parte del Ayuntamiento de Valencia que la Generalitat vaya a formar parte de la Expo y, sin embargo, no acepte la presencia de la Caravana del Agua por tierras levantinas. Fuentes oficiales del consistorio zaragozano señalaron que Belloch habia intentado esta semana, "por las buenas relaciones que existen con Rita Barberá", a través de una carta a la alcaldesa reconducir la negativa inicial del consistorio valenciano a promocionar la Expo. La respuesta de Barberá fue, ante los medios de comunicación, la de reprochar las inversiones estatales recibidas por Zaragoza.

En la misiva remitida por Belloch, el alcalde justificó como un "malentendido" la negativa inicial a promocionar la Expo, y agradeció que Barberá favorezca las relaciones amistosas entre ambas ciudades, "un valor más importante que las legítimas diferencias coyunturales", indicó. Sin embargo, Valencia no aceptó la llegada de la Caravana del Agua, al contrario que Barcelona, Bilbao y Madrid (las otras tres ciudades a las que se les propuso desde Expoagua).

Belloch recordó ayer, además, que en la organización de la Expo siempre se ha tenido un cuidado "escrupuloso" para no mezclarse con la polémica del trasvase del Ebro, una "anécdota" en comparación con la problemática del agua a nivel mundial. El alcalde insistió en que la muestra "no es un acontecimiento local sino universal". En su opinión, en el Ayuntamiento de Valencia "han emprendido una extraña carrera hacia ningún lado que espero que abandonen pronto".

CAMBIO DE ACTITUD La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, cambió ayer el tono de sus palabras y matizó que está "encantada" con el hecho de que Zaragoza celebre la Expo y que su comparación con respecto a las inversiones recibidas, responden al "sectarismo" del Gobierno central. En este sentido, la alcaldesa trasladó sus "mejores deseos" a los zaragozanos y confió en que "disfruten" del desarrollo de la Expo y lo aprovechen para hacer nuevas infraestructuras y modernizar a la ciudad. "Ojalá consigan más dinero", agregó la edil popular.

Más contundente que Belloch fuela reacción del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Gimeno, tras la última Junta de Gobierno, celebrada ayer. El edil socialista calificó de "impresentables e improcedentes" las declaraciones de Barberá, resumiendo el sentir de este órgano municipal.

Por otra parte, fuentes oficiales del PSOE valenciano aseguraron a este diario que "las declaraciones de Rita Barberá siguen la línea de los últimos cuatro años: minimiza y manipula las cifras, menosprecia a otras ciudades, y usa la inversión estatal como arma arrojadiza".