La imagen de san Lorenzo, patrón de Huesca, recorrió ayer de nuevo en procesión las calles de la ciudad, entre los aplausos y vítores de los miles de personas que flanqueaban su paso solemne. Una procesión que, como todos los años, tuvo gestos críticos hacia la corporación municipal de colectivos que no han visto cumplidos los compromisos alcanzados al inicio de la actual legislatura.

Una hora antes de emprender la imagen su camino en una carroza llena de verde albahaca y de claveles rojos que simbolizan el fuego en el que San Lorenzo fue quemado, los danzantes de la ciudad rindieron su particular homenaje al santo bailando ante las puertas del templo sus tradicionales danzas con palos y espadas. A lo largo de varios minutos, los danzantes escenificaron su colorido espectáculo con los tradicionales bailes del Vals de las flores y El degollado, para acabar contagiando al público con el popular tema de San Lorenzo. Finalizados los bailes, la imagen del santo inició su camino hacia el edificio del Ayuntamiento de Huesca seguida por los danzantes, decenas de personas ataviadas con trajes regionales, entre ellas el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, el oscense Javier Tebas, y la propia corporación municipal.

REIVINDICACIONES

Fue en la costanilla de Santiago donde se produjo el tradicional gesto reivindicativo-crítico por parte de un grupo de miembros de la Peña Alegría Laurentina, que entregaron a los concejales un irónico programa alternativo para las fiestas que cuestiona las políticas municipales. El plan de empleo, la polémica supresión de la corporación de los actos religiosos o el contestado programa de gobierno de la coalición municipal que apuesta por la eliminación progresiva de los festejos tuvieron su oferta alternativa para las fiestas. Así, este programa propone «en sustitución de las corridas de toros, unos juegos florales con la lectura de diferentes textos traducidos a los muchos dialectos de la Fabla», en alusión directa al empeño del grupo de gobierno de rotular en lengua aragonesa nombres en carteles o en calles.

Otro de los protagonistas de la queja mostraba una pancarta para denunciar que la peña espera una solución para recuperar todos los usos que se daban antes en su local festivo, el conocido Jai Alai, tradicional lugar de encuentro y de conciertos míticos, cerrado desde hace siete años por motivos de seguridad. Ya a media mañana, tras ser vitoreada por los oscenses, la imagen inició su camino de regreso a la basílica para presidir desde un sitial de honor una misa concelebrada y permanecer en el tempo hasta el último día de las fiestas, en el que volverá a salir para recibir la tradicional ofrenda de frutos y flores.