Nadie dijo que reformar el estadio municipal de La Romareda sería fácil. Ni siquiera con una voluntad política ampliamente favorable en la corporación municipal se ha podido lanzar en los primeros siete meses de mandato de Jorge Azcón en Zaragoza. Y todos esperan un paso al frente, una propuesta concreta que valorar... y votar. Pero son muchos hilos de los que cuelga, que se podrían resumir en ocho encrucijadas clave que debe resolver cuanto antes. Dificultades técnicas, jurídicas y sobre todo políticas, cuando se analizan una a una, se comprende mejor la complejidad de mover ficha. Juntas avanzan en paralelo y explican por qué el alcalde sigue sin poner la pelota en juego.

Los 420 pisos, su difícil edificabilidad y un hándicap jurídico con los depósitos de Pignatelli

Los 420 pisos, su difícil edificabilidad y un hándicap jurídico con los depósitos de Pignatelli

Dos parcelas de titularidad municipal son claves para el éxito de la reforma de La Romareda: parte del cuartel de la Policía Local de la calle Domingo Miral, los casi 4.000 metros cuadrados que ocupa el circuito de seguridad vial, y la pista de skate junto a Vía Hispanidad, que ofrece cerca de 7.000. En estas irían esas viviendas y con su enajenación, vinculada o no a la ejecución de la reforma, se podrían obtener entre 30 y 40 millones de la factura que cuesta el estadio.

Pero no es una venta cualquiera, obligará a recalificar ambas parcelas y solventar los dos principales problemas que en el transcurso de la legislatura han surgido. Por un lado, la edificabilidad en un espacio tan reducido obliga a ganar en altura los metros que no pueden tener en la rasante, y eso implica levantar auténticas torres de pisos, dos junto a Hispanidad y una en la de Domingo Miral.

El otro obstáculo, más serio, es el peligroso precedente en el que se ha convertido el revés judicial con la reconversión de los antiguos depósitos de Pignatelli. En la sentencia que tumbó el plan para construir nuevas zonas verdes y equipamientos a cambio de permitir 107 pisos en esos suelos, el magistrado deja bien claro que la operación no se puede materializar sin que la Administración licitante no fije unos precios máximos para esos pisos futuros. Eso, que parece una cuestión formal, supone un verdadero problema para las constructoras que habitualmente colaboran en este tipo de operaciones, ya que sin un techo prefijado, pueden aguardar años para ejecutar la edificación, al momento de mayor revalorización y rentabilizar su inversión, sin ningún límite, disparando el precio de esos pisos.

Los cálculos apuntan a que para obtener 40 millones, el precio de esas futuras viviendas podrían rondar los 200.000 o 250.000 euros, muy alto en comparación con otras zonas de la ciudad pero en el distrito Universidad, y al calor del nuevo estadio, fácilmente superable en la revalorización que se espera del entorno. Pero si el ayuntamiento fija un tope para la venta de esos pisos, como parece obligarle la ley, ¿cuántas constructoras se lanzarán a pujar? Y si no lo fija, ¿cuánto tardará en judicializarse el plan de la mano de un precedente tan claro como el de los viejos depósitos? Eso, siendo la piedra angular de la financiación, es un asunto clave.

Unos 22 millones de euros a repartir con el dueño de Eduardo Ibarra: la DGA

Unos 22 millones de euros a repartir con el dueño de Eduardo Ibarra: la DGAEl acuerdo político siempre ha sido un factor clave en la operación Romareda. La constante petición de colaboración a la DGA en la financiación se podía interpretar como una invitación a ir de la mano en un proyecto de ciudad que, con la línea 1 del tranvía como precedente más inmediato, no siempre acaba bien. Pero, en este caso, es más que una mano tendida, ya que el Gobierno de Aragón no es un socio cualquiera. Es, ni más ni menos, que el propietario del suelo de toda la plaza Eduardo Ibarra, contigua al estadio y donde se levanta el edificio de la antigua Gerencia de Urbanismo. Es una propiedad que viene de lejos, cuando esos suelos los repartió el Gobierno central antes incluso de construir el estadio actual. Tan antigua es la titularidad que el consistorio, en la remodelación del campo impulsada por el Gobierno PSOE-CHA, no advirtió que, sin pretenderlo, le recalificó los terrenos para usos terciarios. Ahí cabían las oficinas de la antigua Gerencia y el edificio de El Cubo, pero también usos comerciales, además de construirles un párking subterráneo que solo le ha dado quebraderos de cabeza.

El ayuntamiento, así, aún sin ser el dueño del suelo y del subsuelo, acabó teniendo que indeminizar a la concesionaria del párking, Isolux-Corsán, por las expectativas de negocio frustradas tras tumbarse en los tribunales la reforma del estadio. Más de 800.000 euros cuando, de haberlo pensado, se podría haber declarado nulo aquella decisión por no ser el propietario de la parcela.

Transcurrido aquel revés judicial, fue otro Gobierno socialista, el de la DGA de la pasada legislatura, y un exconcejal de Zaragoza, y entonces consejero de Hacienda de Lambán, Fernando Gimeno, quien puso este asunto sobre el tapete. El Gobierno de Aragón no renunciaría a la propiedad, quería su parte de los aprovechamientos de una parcela que, por culpa de la crisis económica, se había devaluado hasta los 22 millones de euros en su valor catastral. Y eso era así cuando el Gobierno de la ciudad, entonces en manos de Zaragoza en Común (ZeC), se planteaba una reforma mucho más light que la actual, que rondaría los 40 millones de euros, para dejarlo en un lavado de cara mínimo.

Ahora, con el PP y Cs al frente de la nave municipal, nada puede hacer pensar que la comunidad autónoma estará dispuesta a renunciar a su propiedad, un suelo que se destinará a equipamiento comercial y que puede que haya aumentado su valor en el mercado. Y con Carlos Pérez Anadón, responsable de Urbanismo entre 2007 y 2011, ahora de sucesor de Gimeno en Hacienda de la DGA.

La respuesta del consistorio entonces, y ahora, será la de calcular al milímetro lo que es propiedad de cada uno, ya que parte del edificio de la antigua Gerencia, en los planos del PGOU, se asienta en suelos del ayuntamiento. Solo con hacer un cálculo exacto de cuántos metros cuadrados comerciales introducir en lo que es terreno municipal, invalidaría el argumento de la comunidad de repartirse al 50% el aprovechamiento. O zanjarlo en un acuerdo político y convencer a Lambán de que ese aprovechamiento sería bueno dedicarlo al futuro estadio. Así, ya tendría un socio en ese consorcio mixto que se pretende para ejecutar las obras.

En condiciones normales, las dos administraciones acudirían a una cesión demanial como las que el consistorio realiza cuando la DGA quiere hacer un colegio, por ejemplo, a coste cero para el Gobierno aragonés y a cambio de otras cesiones en beneficio de la ciudad. Pero el transcurso de la historia de La Romareda ha demostrado que esta no es una operación cualquiera y que la comunidad tiene mucho que decir.

Su papel es clave y el hándicap es el momento en el que se negocia: con CHA en ese Ejecutivo cuatripartito todavía herido por la reforma del 2007 paralizada en los tribunales (por el PP y el PAR) el mismo día que se iniciaba, y con Podemos, que lleva meses modulando su discurso porque se ve venir la firma de la venta de pisos en La Romareda como herramienta de financiación del futuro estadio. ¿Apoyarán a Lambán en ese acuerdo con el PP de Azcón? ¿Que hará el PAR ahora?

La Cartuja abre la vía de las finales de Copa como retorno económico a la obra

La Cartuja abre la vía de las finales de Copa como retorno económico a la obraLa proyección exterior que ofrece albergar cualquier evento, en concepto de publicidad o de venta de entradas, así como el que recibe toda la ciudad organizadora, es una cifra siempre golosa para optar a ser la elegida. Y, en este sentido, Zaragoza pretende seguir la estela del campo sevillano de La Cartuja, que se ha comprometido a invertir 15 millones de euros en el estadio que gestiona la Junta de Andalucía a cambio de organizar las próximas tres finales de Copa, cuatro si se cuenta la de este año. Un modelo de negocio por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que parece interesarle a más ciudades. Madrid, ahora gobernada por el PP de José Luis Martínez Almeida también peleó por ellas.

Azcón ya tuvo ocasión de comentarlo con el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, en su visita en otoño a Zaragoza, una estancia en la que también se reunió con el presidente aragonés, Javier Lambán, para aunar esfuerzos de cara a la candidatura española para optar al Mundial de fútbol del 2030. «No nos vamos a olvidar de que Zaragoza en los últimos años ha perdido la oportunidad de ser sede de finales de Copa del Rey en muchas ocasiones», dijo entonces el alcalde. Esa misma tarde, tras Rubiales pasó por el despacho César Alierta, máximo accionista del Real Zaragoza.

Universidad logrará su ansiado centro de mayores a costa de sacrificar el ‘skate’

Universidad logrará su ansiado centro de mayores a costa de sacrificar el ‘skate’Una de las repercusiones directas para el barrio que tendrá la operación de La Romareda será que se logrará por fin la construcción del centro de mayores que llevan tiempo reclamando (sin éxito) al ayuntamiento. Su construcción obedece al estricto cumplimiento de la ley y a costa de sacrificar la concurrida pista de skate de Vía Hispanidad. Este suelo, destinado a levantar pisos libres, está calificado en el PGOU para un uso de equipamiento que, al cambiarse por el de residencial, hay que trasladar a otro punto del distrito. ¿Dónde llevarlo? El distrito Universidad no se caracteriza por tener muchos suelos disponibles, así que todo apunta a que, como ya planteó el Gobierno socialista de Juan Alberto Belloch, este centro de mayores se levantaría junto al centro de salud, en un solar que ahora sirve de aparcamiento para los vecinos.

Más complicado está el otro suelo donde se plantea edificar. Su calificación en el PGOU es de «sistema general», lo que equivale a decir que ahí solo pueden ir equipamientos que den servicio a toda Zaragoza, no solo al distrito. Por eso se permite el circuito de seguridad vial de la Policía Local, y por eso habría que dar con otro suelo en el distrito que pueda cumplir con ese mismo requisito. El problema es que eso es, precisamente, lo complicado.

En este sentido, cobra sentido un proyecto que se sopesa desde Alcaldía y el área de Servicios Públicos: el nuevo espacio para bodas civiles que, como adelantó este diario, se ha pensado crear en el futuro en el Parque Grande. Eso pasa por sistema general, pero también podría ser una mera casualidad y no buscar esa compensación en el planeamiento de los metros cuadrados que se pierden en Domingo Miral. Sin embargo, las opciones escasean en el distrito Universidad y siempre cabe la opción de ampliar el ámbito de actuación.

Una marca de telefonía es la más probable pero la preferida es Ámbar

Una marca de telefonía es la más probable pero la preferida es ÁmbarEl debate sobre el denominado naming del futuro estadio lleva años sobre la mesa, no ha surgido en el mandato de Azcón, aunque este no solo no lo descarta, sino que le parece buena idea. En ese contexto surge el nombre de Samsung como una primera propuesta, no de manera formal, en una de las continuas conversaciones mantenidas entre los responsables del club y el consistorio. El Gobierno de ZeC era contrario a abordar una reforma de más de 40 millones de euros y esta opción nunca la valoró. Ahora, en esa búsqueda de financiación hay un momento clave que es cuando César Alierta pasa a ser el máximo accionista de la entidad, y entra en el consejo de administración Luis Blasco, su mano derecha en varias sociedades.

El empresario planteaba dotar de una marca al estadio que reportaría, se llegó a estimar de manera informal, en torno a un millón de euros al año. Diez si son diez años o 20 por el doble. Y tan en serio iba el planteamiento que mucha gente del club ya da por seguro que ese bautismo de la nueva Romareda llegará de la mano de una empresa de telefonía. Telefónica o Movistar se entiende que no debería ser por una cuestión de imagen, podría desgastarle el hecho de que fuera su empresa, aunque ya haya reportado a la entidad dinero en el pasado en forma de publicidad. y Samsung es una marca con la que él habitualmente trabaja.

Pero al margen de cuándo, cómo y cuál sea la marca elegida para el estadio, lo relevante hoy es que esta fuente de financiación existe en los planes del ayuntamiento. Aunque también es cierto que la preferida sería otra, más de la tierra y con prestigio y valor añadido como sería Ámbar. La Zaragozana forma parte de la Fundación, es fácilmente reconocible dentro y fuera de la ciudad, y tiene lo más importante: dinero.

El consorcio es clave para empezar las obras a lo largo del año que viene

El consorcio es clave para empezar las obras a lo largo del año que vieneEl alcalde Azcón visitó San Mamés para impulsar una idea clave en su proyecto: la necesidad de constituir un consorcio público-privado para hacer la reforma. Y en él tener alguna entidad privada más aparte del propio club, de la que apenas dan pistas y que puede ser fundamental para esa financiación, pero el tiempo pasa y toca constituirlo rápido. Porque si no se vendrá abajo la principal ventaja de esta fórmula de gestión, que es la rapidez para adjudicar unas obras que deberían comenzar a lo largo del año que viene. Si dependiera solo del ayuntamiento, necesitarían entre 6 y 12 meses de tramitación y licitación. Así, cuando modifique el Plan General de Ordenación Urbana, los trabajos se podrían iniciar en la mitad de tiempo.

Pero hay cuestiones casi zanjadas ya: como que se intervendrá en el estadio en dos fases distintas, por mitades; que el nuevo campo obliga a girar ligeramente su orientación y desplazarlo unos metros en dirección a la línea del tranvía; o que el club podrá seguir jugando allí a pesar de tener la reforma en marcha.

La salida de Alegría y una modificación del Plan General con 2 meses de retraso

La salida de Alegría y una modificación del Plan General con 2 meses de retrasoUno de los mayores problemas a los que se enfrentaba Azcón lo tenía en el ayuntamiento con el PSOE de Pilar Alegría. La exportavoz socialista, ahora delegada del Gobierno en Aragón, se negaba a apoyar la construcción de pisos como fórmula de financiación. Como mucho, obtendría de ella una abstención. Eso ha provocado que una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que se iba a plantear en diciembre, acumule ya dos meses de retraso. Ahora ella no está, ha tomado el mando Lola Ranera y con ella el PSOE autonómico de Javier Lambán. Toca intensificar las conversaciones, porque el tiempo pasa y, ahora sí, puede que el Real Zaragoza sea pronto un equipo de Primera.

El club quiere que el estadio incluya la sede, la tienda, el museo y un restaurante temático

El club quiere que el estadio incluya la sede, la tienda, el museo y un restaurante temáticoEn paralelo a los planes de Azcón, y del ayuntamiento, están los del propio club, que ya en la actualidad está adoptando decisiones con vistas a la futura reforma. Una de las más relevantes es que el retorno a las que en su día fueron sus oficinas se puede dar por descartado. Según ha podido saber este diario, la nueva Romareda acogerá la sede del Real Zaragoza, la tienda, el museo de la entidad y se pretende también un restaurante temático basado en la historia y los éxitos del equipo de referencia en Aragón dentro de la élite del fútbol profesional.

Son objetivos ambiciosos, ligados a una remodelación que lleva años esperando la directiva y la afición y que convertirá al recinto municipal en un imán de visitantes más allá de los partidos que se juegan cada jornada de liga. Al estilo de lo que ya han logrado otros clubes en España, especialmente de una máxima categoría a la que quiere regresar lo antes posible.