Aragón ha experimentado en los años 2020 y 2021 un elevado incremento de los delitos cometidos a través de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), entre un 60% y un 70% respecto a ejercicios anteriores, según fuentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón

«Se trata de una tendencia que se viene observando en los últimos años y no para de crecer», explica un portavoz policial en Zaragoza. «Lógicamente, el año pasado se produjo un mayor aumento de los mismos, ya que debido a la covid-19 se han realizado más compras por internet, se ha utilizado mas la banca online y las relaciones sociales y personales se han realizado muchísimo más a través de las redes sociales», explican.

Estas circunstancias han disparado el número de actuaciones, destacando la operación denominada Wally, que destapó una organización dedicada a las estafas en la venta de objetos por internet. Los agentes especializados esclarecieron múltiples hechos y detuvieron a varias personas dentro de este dispositivo. Además se recuperaron diversos objetos.

Operaciones

Otra operación importante fue la denominada Kontofx, que hizo frente a una estafa a nivel europeo de supuestas inversiones en bitcoins por parte de una organización criminal altamente especializada y estructurada. El importe total defraudado en España ascendió a 5.377.538 euros y afectó a más de 100 personas,

Por otro lado, se llevó asimismo a cabo la operación Frutola, contra una estafa cometida mediante la interceptación de las comunicaciones realizadas por correo electrónico entre empresas con vínculos comerciales. El importe estafado ascendió a 20.000 euros con un sistema de facturas falsas manipuladas. Se logró identificar e imputar a cuatro personas autoras de los hechos.

«En la mayor parte de los casos, los delincuentes actúan desde otros países, si bien es cierto que, al tratarse en un gran número de casos de grupos organizados, en algunas ocasiones ciertos miembros de estas organizaciones criminales intervienen desde nuestro país», aclara el portavoz de la Jefatura. Este es el caso de las denominadas mulas bancarias, receptores de mercancías o blanqueadores de dinero.

Por otro lado, en algunas tipologías delictivas como el carding a través de internet, los phising phisingbancarios y las estafas en inversiones en criptomonedas, los autores de los hechos se ubican casi en su totalidad fuera de nuestro país.

La Policía coincide en señalar que se trata de investigaciones muy laboriosas y que duran muchos meses. El hecho de que numerosos elementos de la investigación (cuentas bancarias, tarjetas de prepago, servicios financieros de envío de dinero al extranjero, los propios autores) se sitúen fuera de las fronteras dificulta enormemente la investigación.

Estafa de 700.000 euros en criptomonedas

Es muy difícil aportar una cifra del importe estafado en Aragón en el último año mediante las distintas formas de ciberdelincuencia. Pero se sabe que los delitos cometidos a través de las TIC son hoy en día uno de los más lucrativos del mundo. A modo de ejemplo, las estafas en inversiones en criptomonedas solo en Zaragoza en los años 2019 y 2020 ascendieron a 700.000 euros.

En este mundo de la ciberdelincuencia existen varias modalidades. Así ocurre con la estafa del amor, con accesos informáticos ilegales, la interceptación de correo electrónico, la denominada estafa Microsoft, el carding en comercios web, las estafas en inversiones de criptomonedas, la compraventa por diferentes aplicaciones y páginas web. Otra de gran amplitud es la conocida como sextorsión, en la que las víctimas entran en páginas de pornografía tipo pasión.com y posteriormente son extorsionados por organizaciones criminales que chantajean a los usuarios de las mismas.

Una de las modalidades más frecuentes en los últimos meses es el phising bancario, consistente en que mediante ingeniería social (engaño a los usuarios de banca) bien mediante SMS supuestamente procedente del banco, bien mediante llamada o locución consiguen las claves de acceso a la banca online de la víctima. A partir de allí disponen de los fondos depositados en ella, transfiriendo el dinero fuera de España o a otras cuentas en nuestro país.