109.823 activos presentan problemas en Aragón

Aragón presentaba en el 2020 un total de 109.823 activos únicos con problemas de seguridad, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), un organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado para la Digitalización e Inteligencia Artificial.

Por activo tecnológico con problemas de seguridad se entiende «cualquier equipo, sistema, servicio o red que puede verse afectado o estar relacionado con alguna actividad perjudicial, como, por ejemplo, el envío de spam o la exfiltración de datos.

Los delitos tecnológicos se disparan un 70% en Aragón desde el año 2020

Esa cifra, superior a los 100.000 activos, que se registra en la comunidad aragonesa supone el 3% de los activos únicos en riesgo del conjunto de España, donde Cataluña está a la cabeza con el 20%, seguida de la Comunidad de Madrid con el 18%.

Por provincias, Zaragoza abarca el 73,19% de los activos con problemas de seguridad, a gran distancia de Huesca (el 17,44%) y Teruel (el 9,38%). En números absolutos, la provincia de Zaragoza presenta 80.983 equipos informáticos expuestos a sufrir daños desde el exterior. Y, solo la ciudad de Zaragoza posee el 54,90% de esos activos únicos con problemas de seguridad, seguida de Huesca (4,91%), Teruel (3,63%) y Utebo (1,83%).

Diferentes riesgos

En cuanto a la categoría de l os riesgos, el 54,17% se sitúa en el malware, el 32,29% en el botnet, el 12,64% en los intentos de intrusión, un 0,60 en el apartado de otros y finalmente un 0,37% en contenidos no deseados.

Por botnet se entiende el conjunto de ordenadores infectados controlados por una misma organización criminal o persona para llevar a cabo acciones malintencionadas. Los intentos de intrusión, por otro lado, son las tentativas de acceso con el fin de explotar los puntos débiles detectados, así como los ataques desconocidos. Las intrusiones vulneran los sistemas de información y comunicación con fines ilícitos y sin contar con la debida autorización de acceso.

Incibe considera un ciberataque la intrusión que utiliza el ciberespacio para interrumpir, impedir el acceso, destruir o controlar con fines perjudiciales el entorno o la infraestructura informática del objetivo alcanzado. También puede buscar la destrucción de datos y el robo de información.

Con el anglicismo malware se designan los equipos invadidos, no específicos de tipo bot, así como dominios o URL que alojan o distribuyen programas malignos y ficheros detectados como malware por herramientas de análisis automático. Los programas malignos son aquellos que llevan a cabo acciones como la extracción de datos o que alteran de cualquier otra forma un sistema determinado. Otro riesgo es el phising, en el que el atacante suplanta a entidades, casi siempre bancos.