-¿Cómo se encuentra después del cáncer y las dos operaciones?

-Me encuentro bien, con fuerza y con ganas. Llevo ya un mes y pico desde que me dieron el alta hospitalaria y estoy teletrabajando con normalidad, solo que no acudo a actos públicos. Y desde luego con ilusión, trabajando por los proyectos, la economía y contra la pandemia, que es lo que sé hacer.

-¿Cómo puede compaginar la vicepresidencia y la Consejería de Industria con su convalecencia?

-Mi vida está basada en el servicio público a Aragón y a los aragoneses. Si yo me despierto por la mañana y a las 7:45 ya estoy hablando con gente... Creo que hay mucho trabajo, pero me siento con mucha fuerza y esperando la recuperación total, que creo que va por buen camino. Es mi vida esto. Esto me da vitaminas, antibióticos y proteínas para recuperarme.

-No sé si en casa le dicen que hay que ir más despacio…

-Me lo dicen bastante. Mi hijo es médico y si me encuentra a las 9 de la noche con los ordenadores, me dice que pare. Pero tener la conciencia tranquila de haber hecho todo lo posible por resolver los problemas es para mí la prioridad número uno. Tener la conciencia tranquila de que soy útil y ejercer la responsabilidad para ayudar a resolver los problemas, esa es mi vida.

-¿Cómo va el cuatripartito?

-Yo hablo con gente de Andalucía, de Madrid, Asturias, Navarra o Cataluña y la estabilidad que da este pacto, que están viniendo inversiones y buenas noticias a Aragón, se ve desde fuera. Una tierra donde hay estabilidad y hemos sido capaces de armar un proyecto político al servicio de Aragón, donde se ven diferencias, pero las resolvemos hablando. El interés general de ese acuerdo yo creo que está prevaleciendo sobre los intereses de cualquiera de los partidos. Y esa puede ser una de las razones del éxito: que este acuerdo genera confianza. En la estrategia de recuperación económica están los agentes sociales, sindicatos, la federación de municipios… Salvo un partido, todos. Creo que la palabra mágica es que el cuatripartito genera confianza.

"Las diferencias entre los partidos se subsanan en los despachos del Pignatelli"

Arturo Aliaga - Vicepresidente del Gobierno de Aragón

-¿Cómo valora el peso que está teniendo el PAR en el Ejecutivo?

-Nuestro trabajo se nota y nuestra ideología se respeta. La concertada, sin problemas; no se han subido los impuestos; se respetan los grandes proyectos de Aragón; el derecho foral… Yo creo que nuestro papel, aunque alguno diga que es discreto, está ahí. Ese acuerdo transversal está dando sus frutos. Solo hay que recordar las turbulencias políticas que había en Aragón la anterior legislatura. Los dos presupuestos se han aprobado en tiempo, se arañan acuerdos para intentar que salgan con más consenso. Y el último presupuesto es el que se ha aprobado con más apoyos de la historia. Las diferencias entre los partidos se subsanan en los despachos del Pignatelli.

-¿Cuál es la relación con el resto de socios?

-Hablo casi todos los días con Lambán, la relación con el consejero de Vertebración del Territorio, igual que con la consejera de Innovación, es una relación excelente. En dos años no ha habido ningún motivo de discrepancia serio. En Mularroya, nosotros defendemos el apoyo a la población a través de la puesta en valor de los regadíos. Nosotros vamos a defender que la ministra alegue, y que se cambie el proyecto para que cumpla todas las condiciones ambientales. El regadío en el Jalón es sujetar población. 

-¿Ve imposible una posición unitaria con respecto a Mularroya?

-En este caso, no hace falta. Aragón no tiene capacidad legal de recurrir. Si esa discrepancia se mantiene, hay que ser conscientes de que las mayorías mandan.

-Es decir, la posición del PSOE y pedir que se recurra.

-Tengo constancia de que el presidente habló con la ministra Ribera y yo también hablaré con ella. Se tiene que recurrir, es un proyecto del ministerio y se tiene que corregir, pero no dejar sin terminar una obra que ha costado entre 130 y 140 millones.

-¿Qué valoración hace de la labor de la oposición?

-Lo digo claramente: el Gobierno tiene mucha fuerza. Ese acuerdo transversal y centrado llega a muchos aragoneses, y la oposición tiene menos espacio. Se están captando inversiones, y en los temas de la pandemia nos hemos podido anticipar… Cuando el Gobierno está tan sólido, no le queda mucho espacio a la oposición.

-¿Y cómo ve a Ciudadanos, que ahora les apoyan?

-Cuando Ciudadanos vino, el PAR llevaba 30 años ya. Hemos gobernado con el PSOE y el PP... ¿Que apoyan nuestras iniciativas? Porque también les escuchamos. Si me plantean enmiendas que me parecen razonables, las acepto, y así hemos funcionado. Nosotros sin hacer ruido, ahí estamos con una estructura territorial, un senador autonómico y haciendo nuestro trabajo. A Ciudadanos les deseo que les vaya muy bien en el futuro. Algunos de sus miembros nos querían borrar de un plumazo, pero el PAR tiene unas raíces profundas de 46 años en Aragón.

-¿Goza de buena salud el aragonesismo?

-Ese siempre ha sido un hándicap. Pero lo importante es tener fuertes relaciones con el Gobierno central, que las tenemos, y el ministro Ábalos ha ido cumpliendo los acuerdos.

"Se habla mucho de la cogobernanza, pero en los fondos europeos, nos dejan meter poco la pluma a las comunidades autónomas"

-¿Pero se hace poco ruido, no?

-El problema es que la política española se ha vuelto más compleja. Si cantas en un coro con tres, se te oye. Si cantas en un coro con 18, se te oye menos. Por otro lado, se habla mucho de la cogobernanza, pero en los fondos europeos, nos dejan meter poco la pluma a las comunidades autónomas. Y con la gestión en Sanidad, se está creando un espíritu casi anti autonomista. Se ha creado una sensación de que debía tener más implicación el Estado, y no es así. Ahora, podemos confinar Tarazona o Cuarte, que es una decisión eficaz, y no se tiene que confinar toda la provincia. Hay un aragonesismo pragmático, que habla de que se respete nuestro derecho foral, que venga aquí la fábrica de baterías si es el mejor lugar para ello, que se desbloquee la presa de Mularroya. El aragonesismo práctico está fuerte. No un aragonesismo de grandes alharacas, ni de ponernos a pegar con un palo y con un cachirulo para que nos caigan proyectos porque nos compensan por algo, como en otras comunidades.

-Se critica desde Teruel Existe la política de energía eólica. Piden una mayor regulación.

-Aragón ha hecho ya tres planes energéticos. Hemos ido creciendo en el desarrollo de las energías renovables ordenadamente. Desde el punto de vista del efecto llamada de esa multitud de proyectos, no lo ha hecho el Gobierno de Aragón. Lo ha hecho que en las condiciones de acceso y conexión se levantó el pie de alguna manera, y afloraron todos esos proyectos que no son de la planificación que habíamos hecho con las renovables. Se anuncian proyectos que se podrán hacer cuando se desarrollen líneas que aún no están ni en la planificación nacional. Mi papel es que se cumplan todas las garantías. Pero los proyectos deben tener el apoyo del territorio.

-¿Cuándo será el Congreso del PAR? ¿Se presentará?

-Después del verano. ¿Si me voy a presentar? Primera condición, que yo considere que mi recuperación es total. Además, el presidente que salga elegido tiene que liderar al partido para las próximas elecciones. Y tengo que pulsar si la mayoría del partido considera que es útil que yo me presente. Si no, no ha lugar. Con estos datos, en julio, agosto o septiembre, tomaré la decisión. Si aparece un liderazgo para conducir el partido en otros 45 años de vida, yo no voy a ser obstáculo.

-¿Y señalar a un sucesor…?

-Eso no lo haría nunca. Tiene que surgir de la democracia interna del partido, como surgió cuando yo estaba. A mí me querían nombrar como sucesor, pero me negué y por eso me anticipé y dije que tenía que haber primarias.