-¿Cómo valora el funcionamiento del cuatripartito?
-Estoy muy satisfecho porque, salvo en aquellas cuestiones que de entrada aceptamos que no compartíamos, como la política hidráulica, la medioambiental o lo relacionado con la nieve, el cuatripartito ha funcionado como un reloj. Con mucha lealtad interna de los cuatro socios y compartiendo la gestión de la pandemia. El covid nos ha puesto a prueba y creo que la hemos superado.
-¿Cómo se viven los Consejos de Gobierno con cuatro partidos?
-Transcurren de una forma absolutamente placentera, hay una comisión previa donde se dilucidan los temas. El mecanismo está engrasado. Yo no tengo sino palabras de gratitud y reconocimiento a todos y cada uno de los consejeros, y particularmente, a los representantes de las fuerzas coaligadas. El Consejo tiene una apabullante mayoría de consejeros del PSOE, pero compartir un proyecto común era aquello con lo que soñábamos cuando hicimos el cuatripartito y ese sueño se va convirtiendo en realidad día a día.
-Con Podemos han tenido las tensiones más evidentes por el lobo, Mularroya… ¿Ha temido en algún momento que se pudiera resquebrajar por ahí el cuatripartito?
-En absoluto. Son cuestiones que sabíamos que tendrían una respuesta distinta por cada uno de nosotros. Otra cosa es que, por ejemplo, sobre la nieve, hay nueve miembros del Gobierno partidarios de la unión de estaciones y de la ampliación de Cerler, y dos no.
-De los dos depende su cargo…
-Y el de ellos, de mí (sonríe). Pero se acepta con naturalidad. A veces, veo reacciones en los medios levantando señales de alarma, y eso en modo alguno se vive así. Ni por CHA, ni Podemos, ni el PSOE. En materia de política hidráulica aceptan que están en minoría. Y lo que no puede hacer nunca la minoría es bloquear las decisiones de la mayoría.
«Salvo en asuntos que aceptamos que no compartimos, el Ejecutivo funciona como un reloj»
-¿Lo asumen mejor en el Ejecutivo que la gente, que espera de los gobiernos una sola voz?
-Desde hace casi una década, las unanimidades han dejado de existir. Los gobiernos se desenvuelven entre grados altísimos de inestabilidad… Yo no quiero señalar a nadie, pero ojalá todos los gobiernos funcionaran con la estabilidad de este. Hay una argamasa que nos une: el Estatuto de Autonomía y el compromiso con el autogobierno. Y a partir de ahí se abre una autopista de trabajo compartido. Por suerte, las cuestiones hidráulicas son competencia del Gobierno de España. En los temas de la nieve sí que tenemos que tomar decisiones, pero ellos aceptan que las mayorías son las que son.
-¿Cree que los aragoneses entienden esas discrepancias?
-Creo que no solo lo entienden, sino que lo valoran. Que la política transcurra aquí por estos cauces lo deberían valorar porque es provechoso para la comunidad. Si nuestra ubicación geográfica es una renta formidable, el clima político es un intangible que aún no somos capaces de valorar. Lo que los ciudadanos le exigen a la política es que arrimemos el hombro.
-¿La visita de los responsables de Amazon es un síntoma de que el proyecto va por buen camino?
-Es un síntoma de que la multinacional en su vertiente logística y digital ha encontrado en Aragón una pista de aterrizaje para sus proyectos muy segura y fiable. Y no me despido de que con ellos podamos hacer más cosas.
-¿Ha perdido Aragón algo de empuje aragonesista?
-En la Transición y los primeros años de la democracia, la política tenía un componente épico que con el paso del tiempo ha ido perdiendo. Alguien dijo que la democracia cuando funciona es un régimen sustancialmente aburrido, y en este momento a mí me gustaría que en España fuera más aburrido de lo que es. Como presidente de Aragón, trato de hacer pedagogía de lo importante que ha sido el Estatuto y el autogobierno en los últimos 40 años. Prácticamente todo lo conseguido en servicios públicos, la atracción de inversiones como Amazon, habría sido imposible en un Estado centralizado. La crisis más importante que ha sufrido España desde 1939, la de la pandemia, la hemos soportado sobre nuestras espaldas y creo que hemos superado la prueba. Los ciudadanos deberían valorar hasta qué punto la autonomía aragonesa ha ido más lejos que ninguna al ser el único parlamento en legislar para hacer frente al virus. Si acertamos en la fórmula de cogobernanza con el Gobierno de España, que sería dar carta de naturaleza al sistema federal, muchos problemas del país tendrán solución.
«Si acertamos en la cogobernanza con el Gobierno central, se resolverían muchos problemas del país»
-¿Qué le parece que el 9 de mayo acabe el estado de alarma?
-En una situación tan delicada debemos ser muy escrupulosos en la comunicación en aras a la lealtad con el Gobierno de España. Cuando hemos opinado de manera distinta, se lo hemos hecho saber, pero públicamente hemos tratado de no discrepar. Sin dejar de decir que no hemos tenido los instrumentos jurídicos necesarios para hacerle frente. Veremos qué pasa el día 9. La situación sanitaria, aunque estamos en momentos delicados, da pie a la a la esperanza. Y tengo tranquilidad añadida al tener un instrumento legal.
-¿Cómo ve el proceso de vacunación?
-Lo primero, es un auténtico milagro de la ciencia. A pesar de los problemas, el ritmo de vacunación está siendo bastante satisfactorio. Aragón depende de las dosis que nos llegan. Si nos llegaran el triple, el triple pondríamos. Creo que fue un acierto empezar por los mayores, y no sé si en agosto, pero desde luego me voy a aventurar a decir que la próxima campaña de la nieve, por ponerle una fecha segura a la normalidad, será satisfactoria para todos.
-¿Cree que sigue lastrando a Aragón la falta de población?
-Teniendo en cuenta que los partidos políticos piensan en términos electorales, siempre es un hándicap. Pero vuelvo a invocar esa frase de que somos pocos pero no poco. Y Aragón está demostrando que es una tierra talentosa, con una clase empresarial socialmente responsable y con una clara posición de liderazgo. Eso nos hace tener en España un peso cada vez superior al estrictamente demográfico. Lo cual no quiere decir que no sigamos en reclamando soluciones para el llamado problema de la despoblación, que yo prefiero llamar el del abandono rural. Soluciones como un sistema de financiación basado en el coste del servicio, y una PAC que aparque los derechos históricos.
"No conozco ni un solo proyecto que se esté desarrollando en Teruel que no estuviera en los compromisos del PSOE nacional y regional"
-¿Ha sido buena la llegada de Teruel Existe al Parlamento para ello?
-Antes había ya fuerzas políticas que defendían a la perfección los intereses de Aragón. No conozco ni un solo proyecto que se esté desarrollando en Teruel que no estuviera entre los compromisos del PSOE a nivel nacional y regional. Lo fundamental es que los gobiernos autonómicos sean interlocutores privilegiados del Gobierno central de turno. Y esa interlocución funciona de una forma que les agradezco a mis compañeros ministros y, sobre todo, a José Luis Ábalos.
-Teruel Existe, entre otros, critica el impacto paisajístico de las renovables… ¿Qué opina?
-Tratar de sustituir las energías tradicionales por renovables sin placas ni molinos se me antoja prácticamente imposible. Es soplar y sorber al mismo tiempo.
-¿Puede el Canfranc ayudar a posicionar Aragón a nivel europeo?
-Sin duda. La semana pasada inauguramos la estación nueva, un paso importante hacia la reapertura, y presentamos el proyecto de la autopista ferroviaria Zaragoza-Algeciras, que nos posiciona en la logística del sur de Europa y convierte a Aragón en la principal plataforma terrestre de España con esa conexión. Dentro de poco iremos a Andalucía a firmar un convenio de colaboración con el Gobierno andaluz.
-Esa misma semana, decenas de vecinos protestaron por la merma de servicios ferroviarios.
-Es un asunto que debería estar superado hace mucho tiempo porque lo dice la Constitución. Las comunicaciones entre dos comunidades autónomas deberían ser financiadas por el Gobierno de España, y las que hay dentro de una comunidad, algunas por el Gobierno central y otras por el autonómico. Aragón lleva muchos años financiando servicios que no le corresponden, lo que significa detraerlo de lo que realmente tenemos que hacer; garantizar el transporte en toda la comunidad por la vía más fácil a nuestro alcance, la de los autobuses. Estamos hablando con Renfe para que asuma sus compromisos. No he escuchado una mala palabra a Ábalos, y a ver si en poco tiempo encontramos una solución. Aunque en lo que está el Gobierno es en que no haya un solo habitante de la comunidad que quede fuera del transporte público.
-Entonces, ¿no van a financiar esos servicios ferroviarios?
-Si se encuentra un compromiso con el Gobierno central que adquiera participación en la financiación, no descarto que Aragón pudiera mantener una parte.
-¿Cómo ve a la oposición?
-La muestra de la absoluta normalidad es que extrañan las pequeñas alteraciones que son normales en cualquier Parlamento.
-¿Hacen poca oposición?
-No, no. No digo eso. Todos los grupos ejercen la oposición con lealtad, y no tengo una palabra de queja por el tono y por el talante de ninguno de los grupos.
-Ciudadanos está muy cerca del Gobierno.
-Están haciendo un tipo de oposición que yo considero responsable. También IU… Y no sé si les hago un favor con esto que voy a decir, pero la oposición de Vox en el Parlamento no tiene nada que ver con cómo se pronuncia este partido en otros ámbitos territoriales. Es una oposición muy propositiva y responsable. Lo mismo puedo decir del PP.
-¿Le preocupa que las elecciones de Madrid puedan generar algún conflicto a izquierda o derecha que llegue a Aragón?
-Están teniendo un ruido tan ensordecedor en el resto del país que da la impresión de que va a ser inevitable que no tengan consecuencias en la política española. Pero resulta estomagante e impertinente esa especie de monopolio que Madrid se arroga a sí mismo sobre el ejercicio de la política. Todas las comunidades merecemos el mismo respeto y tenemos la misma importancia.
-¿Habría entendido que un vicepresidente del Gobierno de España dejara su puesto para concurrir en cualquier otra comunidad?
-(Reflexiona) Esta es la nueva política. Me extrañan muchas cosas de las que ocurren y ya no sé muy bien si el raro soy yo o los raros son ellos.
-¿No cree que Sánchez ha elevado a nacionales las elecciones de Madrid?
-Sánchez es un hombre muy comprometido con el partido y ya tuvo mucha presencia en las elecciones catalanas acompañando a Illa.
-¿Le preocupa que con Ayuso entre en el poder en Madrid la ultraderecha?
-Solo me preocupa lo que ocurre en Aragón.
-¿Vacunarán a los temporeros? Ya están llegando a Fraga…
-Hay cosas que sorprenden y es que, estando confinados, no paran de llegar temporeros de fuera de Aragón. Seguimos pensando que la vacunación de los temporeros sería una buena medida. Pero también depende de Madrid. También somos partidarios de la realización de PCR, que deberían asumir los empleadores.
-¿Se presentará a la reelección como secretario general del PSOE Aragón y a las elecciones?
Siempre he sido partidario de que estos anuncios han de hacerse cuando se convoca el Congreso. ¿De qué dependerá? De mí, de que yo entienda que estoy en disposición de seguir siéndole útil Partido Socialista. Y de que en el PSOE consideren que puedo seguir siendo útil. Si esas dos respuestas son afirmativas, me presentaría. Y si alguna no lo es, pues no. En mi opinión, si alguien es el máximo responsable en un partido es muy complicado que no sea el candidato electoral.
"Me encuentro francamente bien, en perfecto estado de revista"
El presidente de Aragón ha terminado su tratamiento de quimioterapia y se encuentra a la espera de la valoración de sus médicos para decidir si deberá someterse a una operación quirúrgica para tratar el cáncer de colon que padece. «Está yendo bien (el tratamiento), me tienen que decir en los próximos días si tendré que someterme a una operación», explica Javier Lambán, que anunció el pasado 15 de febrero que padecía cáncer y que seguiría al frente del Gobierno autonómico, como ha hecho.
Su enfermedad ha coincidido en el tiempo con la del vicepresidente, Arturo Aliaga, que también tuvo que someterse a dos operaciones por un cáncer, y con la del consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, que fue operado por cáncer de vejiga y sigue en tratamiento.
Una circunstancia «inédita» en Aragón en los anteriores Gobiernos autonómicos. Pese a la complejidad de la situación, Lambán manifestó que «eso no está teniendo ninguna repercusión negativa en el funcionamiento del Gobierno de Aragón, porque tanto Carlos Pérez como yo y el propio Arturo estamos desarrollando nuestras funciones en plenitud». «Yo no he dejado el despacho ni un solo día, no he pospuesto ni un solo acto institucional, y puedo decir lo mismo de Carlos Pérez y Arturo Aliaga, que ha estado trabajando desde casa para protegerse de posibles contagios de coronavirus», señaló. Lambán recordó que se encuentra «perfectamente» y que ha podido mantener sus tareas habituales, incluso la agenda institucional que «aparentemente puede ser lo más esforzado, porque hay que viajar», pero ha reconocido que él se ve «en perfecto estado de revista».
