«Trabajo, trabajo y trabajo». Este es el «secreto a voces» que ha llevado a Pikolín a convertirse en el segundo grupo europeo del sector del descanso y el primero de carácter familiar, además de líder en los mercados de España y Francia. Así resume Alfonso Soláns, presidente de la compañía aragonesa, la receta de éxito que ha seguido la empresa en sus 73 años de historia. «Esa es la base sobre la que construir, puedes tener grandes ideas y proyectos, pero hay que trabajarlos, dedicar muchas horas y mucho esfuerzo», argumenta. «Los sueños hay que perseguirlos. Y la ilusión no perderla nunca», añade.

Otro factor fundamental es, recalca, «el compromiso con mayúsculas y a todos los niveles». El de la familia con el proyecto empresarial «y la gente que lo hace posible», el de los empleados «que con su esfuerzo y dedicación lo llevan adelante», el compromiso con la calidad para «ofrecer el mejor de los productos posibles», con el cliente para «alcanzar la excelencia en el servicio», con la innovación «para adelantarnos a las demandas del mercado» y con la sostenibilidad para «dar respuesta a los retos del crecimiento sostenible». «Y en nuestro caso, con Aragón, para generar riqueza en el lugar donde tenemos nuestras raíces», subraya.

Por último, Soláns cita otro elemento que para la trayectoria de Pikolín ha sido determinante: la profesionalización de la gestión. «Somos una empresa familiar con presencia internacional, una empresa que comenzó con tan solo seis trabajadores en 1948, y que hoy emplea alrededor de 3.000 personas en diez plantas de producción por todo el mundo». En concreto, cuenta con tres fábricas en España (dos en Zaragoza y una en Valencia), cuatro en Francia, dos en el sudeste asiático y una en Brasil.

La empresa cuenta además con un protocolo familiar «perfectamente definido». «La tercera generación, mis hijos, están ya incorporados en el grupo, aunque ningún miembro de la familia ostenta un puesto ejecutivo», explica.

La estrategia de crecimiento de la compañía aragonesa pasa por la internacionalización y su diversificación en el mercado. Esta última es tanto geográfica como en los segmentos del día a día en los que suele operar u ofrecer sus productos: hogar, hotelero, geriátrico y hospitalario.

«Esto es la que nos permite apuntalar el crecimiento en ventas en todo el grupo», afirma. Y la apuesta internacional se basa en la fabricación propia, de ahí que contemos con su destacada capacidad fabril para los distintos mercados en los que opera. «No hay fórmulas mágicas ni secretos, solo mucho trabajo, esfuerzo y compromiso con el proyecto por parte de todos lo que día a día lo hacemos posible», concluye.