Jaca vuelve a su ser. Tras varias duras semanas de confinamiento perimetral por el coronavirus y un invierno para olvidar, sin turistas ni temporada de esquí, la capital de los Pirineos disfrutó esta sábado del primer día sin restricciones de movimiento con un aliciente añadido, como fue la visita de una celebrity internacional. Georgina Rodríguez, conocida por ser la pareja del futbolista Cristiano Ronaldo, recaló ayer en la ciudad para grabar un docu-reality para Netflix sobre su vida, ya que pasó aquí buena parte de su infancia. Con más de 24 millones de visitantes en Instagram, la llegada de la influencer es todo un revulsivo para una localidad que vive del turismo.

La novia de Cristiano Ronaldo, junto a la Ciudadela de Jaca. Miguel Lagrava

En su largo paseo ha recorrido algunos lugares con los que guarda especial cariño y recuerdo de su vida en la capital jacetana, lo que despertó un gran expectación entre vecinos y visitantes. A cada paso que daba, se sucedían los selfies, las fotos y los corrillos de gente que se formaban a las puertas de los sitios que visitaba. Posó y pasó en los glacis de la Ciudadela de Jaca, las adoquinadas calles del centro y algún que otro comercio, como la administración de lotería José Luis, de la calle del Obispo y una tienda de chucherías de la calle Mayor a la que entró a comprar como había de pequeña.

Decenas de personas a las puertas de una tienda en la que ha entrado Georgina. Miguel Lagrava

Las grabaciones para el documental también incluyeron una visita a la academia de danza de Susana Ara, donde se formó durante diez años cuando vivía en Jaca con su familia, de los 3 a los 17 años, aproximadamente.

Otra de las paradas obligadas fue, cómo no, la catedral de San Pedro, donde se inmortalizó en una foto junto a un Cristo, una imagen que subió a su cuenta en la citada red social y que hizo furor al recibir más de un millón de me gustas. «Tantas oraciones a tus pies, tantos deseos y lágrimas. Hoy por fin, me reencuentro contigo. Gracias por haber iluminado mi camino y haberme acompañado siempre», escribía la argentina en Intagram venerando a la figura de Jesús. Y comió en el restaurante asador Biarritz, como puede observarse en otra instantánea que colgó en su cuenta de esta red social. 

En un flamante Rolls Royce blanco

Georgina Rodríquez se movió con un séquito de cámaras y guardaespaldas que no pasaba desapercibido. Ella, por supuesto, en todo momento sin mascarilla, algo que se podía justificar por la grabación de la serie de telerrealidad. Cómo llegó a Jaca no se sabe con certeza, pero se rumoreaba que lo hizo en avión privado y que quizá pudo aterrizar en el aeródromo de Santa Cilia, pero es algo que no se pudo confirmar. Lo que sí se conoce es que luego se desplazó en un flamente Rolls Royce blanco.

En el documental, que todavía no tiene fecha de estreno, la influencer promete mostrar su faceta más desconocida, y la capital jacetana es una de ellas. «Estamos agradecidos de que vuelva a Jaca, donde se ha criado y guarda muy buen recuerdo. Es una oportunidad para difundir y dar una buena imagen de Jaca», aseguraba el alcalde, Juan Manuel Ramón, quien recordó que la ciudad cuenta con «muchos personajes célebres o conocidos» que han nacido o vivido aquí.

Que la visita de la celebrity fuera justo el primer día del desconfinamiento, fue pura casaulidad. «Hace tiempo que la productora pidió permiso para grabar en esta fecha», apuntó. Imbuida en el famoseo y liberada del confinamiento, Jaca respiraba ayer un ambiente de sosiego tras pasar por una dura situación. «La gente está más animada y con ganas de abrir una nueva etapa, pero nos queda mucho por recuperar porque hemos pasado por un periodo muy complicado económicamente para el turismo», lamentó el alcalde