Como cada 28 de junio, el mundo recuerda este lunes la revuelta de Stonewall, en Nueva York, que tuvo lugar hace justo 52 años cuando la Policía realizó una redada en un bar frecuentado por personas del colectivo LGTBI. Entonces fueron, sobre todo, las mujeres trans y racializadas las que se pusieron en primera fila contra los agentes. Y ahora, medio siglo después, se celebrará de nuevo el Orgullo para recordar aquellos hechos después de una pandemia y un día antes de que el Consejo de Ministros apruebe el anteproyecto de la Ley Trans, que tanto debate interno está generando.

En Zaragoza, después de la ausencia de actos multitudinarios el año pasado por el coronavirus, volverá a haber manifestación del Orgullo LGTBI. Será este lunes a las 20.00 horas y partirá de la escalinata del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, en la plaza Basilio Paraíso. Y precisamente, el lema de la marcha servirá para exigir la tramitación de forma inmediata de la Ley Trans estatal.

En los últimos años, este colectivo, el de las personas trans, ha tenido más protagonismo dentro de las manifestaciones del Orgullo precisamente para paliar la invisibilización que sufren en el día a día. La letra T del LGTBI siempre ha sido, dicen, la más discriminada y por ello los esfuerzos del activismo se están centrando en defender sus derechos.

Más allá, el ayuntamiento de la capital aragonesa también colocará el lunes en el balcón de la casa consistorial una pancarta con el lema Zaragoza es diversidad escrito sobre los colores de la bandera LGTBI. Estarán presentes, además de los partidos del equipo de Gobierno, PP y Cs, el resto de grupos menos Vox, que ya ha anunciado su ausencia.

La colocación de la lona no será un acto más este año después de que la Justicia prohibiera hace unas semanas que se colgara una bandera arcoíris como en ocasiones anteriores, un auto que los responsables del consistorio evitarán al poner una pancarta (con texto) en vez de una bandera.

Pero la manifestación y la pancarta no serán los únicos actos que se llevarán a cabo, pues en los últimos días también se han celebrado pequeños encuentros para celebrar y reivindicar el Orgullo en la capital aragonesa. El jueves pasado hubo una bicicletada y el sábado, en el centro social Luis Buñuel, se convocó un evento de baile, conocido como kiki, muy propio del colectivo en el que, entre otras categorías, se hizo voguing, un estilo nacido en los 80 en Nueva York en el seno de las comunidades LGTBI negras y latinas de Harlem que ha inspirado series como Pose (2018) y la película Paris is burning (1990).

Igualmente, varios establecimientos de la ciudad han preparado actos y sorpresas con motivo del Orgullo 2021. Un ejemplo es The Botanic Hostel, que luce en su fachada una bandera gigante desde que comenzó el mes de junio.

Fuera de Zaragoza, ya se han celebrado también concentraciones y marchas para defender los derechos del colectivo. En el caso de Huesca, más de 200 personas recorrieron este sábado el centro de la ciudad para mostrar su orgullo y exigir la aprobación de la Ley Trans estatal. Este lunes, además, se colocarán mesas informativas en los Porches de Galicia.

Y en Teruel, el sábado se convocó un pequeño acto en la plaza del Torico, en el que representantes del colectivo leyeron testimonios reales para tratar de visibilizar y dar cuenta del recorrido que todavía queda hasta llegar hasta la igualdad. En Alcañiz los actos se han trasladado al lunes. A las 19.00 horas se leerá un manifiesto y se izará la bandera arcoíris en la plaza de Joaquín Costa.

Así, se pretende con todos estos actos dar continuidad a las manifestaciones que en España llevan lustro ya celebrándose y que el covid impidió el año pasado. Aragón, una vez más, volverá a mostrarse abierta y orgullosa, aunque el debate está servido con motivo de las reticencias del PSOE hacia el proyecto de la Ley Trans del Ministerio de Igualdad. No, el Orgullo no es solo una fiesta. También es política.