El Consejo de Gobierno dio luz verde ayer al proyecto de Ley de Protección y Modernización de la Agricultura Familiar y del Patrimonio Agrario de Aragón, como paso previo a su remisión a las Cortes para su debate, ya en el próximo curso político. Es, según el consejero de Agricultura y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, la «iniciativa más ambiciosa en materia agraria de toda la legislatura». Con ella se pretende preservar un modo de entender y practicar la agricultura que, según el titular del área, «está en peligro».

La ley pretende dar respuesta al «desafío de la globalización de los mercados agrarios», estableciendo criterios para la definición de un modelo de agricultura familiar de «suficiente dimensión» como para resultar competitivo en los mercados actuales, y estableciendo prioridades para un apoyo público específico. Asimismo, la nueva norma pondrá el foco en la digitalización de las explotaciones familiares, ya que este es uno de los puntales que puede marcar la diferencia y que de hecho define las diferencias con la agricultura de grandes corporaciones, «con una mayor capacidad de inversión y de digitalización» que la lleva a ser más competitiva.

En la práctica, el consejero explicó que la nueva norma prevé poner los regadíos y la concentración parcelaria a favor del modelo familiar. También, manifestó Olona, se prevé «recuperar aquella vieja idea del banco de tierras para poner a disposición el patrimonio público de la comunidad».

La intención es ofrecer un modelo estable a los más de 1.500 jóvenes agricultores que ha incorporado Aragón en los últimos años «y que han elegido el modelo familiar frente a otros». El departamento ha detectado que la agricultura familiar «está perdiendo peso en términos económicos frente al modelo corporativo» y destacó la «brecha de renta» que afecta a estos agricultores.

Además, Olona manifestó que este tipo de explotaciones son una «herramienta fundamental de lucha contra la despoblación», y llegó a afirmar que «para que los pueblos sigan existiendo, hay que mantener la agricultura familiar».