Con el paso del tiempo, el aeropuerto turolense, inaugurado a principios de la pasada década, se ha hecho un nombre en el sector aeronáutico y espacial. Se ha convertido en un foco de atracción de empresas y de actividades, lo que lo mantiene en un continuo proceso de expansión que se refleja en la ampliación de la campa y del propio recinto.

En la actualidad, señala Alejandro Ibrahim, director general y gerente de la infraestructura, están en marcha, en distintas fases del procedimiento administrativo, una serie de ampliaciones de la campa.

En el caso de la fase número 4, la construcción empezará el próximo mes de agosto. Se empleará un espacio de 75 hectáreas de extensión. Además, están pendientes de adjudicar obras en la zona sur del recinto y en el área industrial del mismo.

«El objetivo es ampliar el espacio para el estacionamiento de aviones para pasar de una capacidad de 130 a 180 aeronaves», comenta el director y gerente de la  infraestructura. A solo tres años vista, la meta es ofrecer espacio para 400 aviones.

Pintura de aeronaves y PDL Space

En la actualidad, trabajan en esta infraestructura más de 300 personas en las ocho empresas radicadas de forma permanente. Pero con las inversiones en marcha, en un plazo de dos años el número de trabajadores «podría duplicarse», apunta Alejandro Ibrahim, director y gerente .

Asimismo, está pendiente un hangar para la pintura de aeronaves que requiere una inversión de 5,4 millones de euros y dará empleo para medio centenar de operarios.

Otra empresa que crece en su ubicación del aeródromo de Teruel es PLD Space, que está invirtiendo cuatro millones de euros para mejorar y ampliar su pista de prueba de cohetes.

Por otro lado, el pasado mes de mayo fue licitada la tercera ampliación de la zona de estacionamiento, que abrirá espacio par 17 aeronaves, con un coste de 726.000 euros. 

Mantenimiento

La plataforma aeroportuaria de Teruel nació como centro para el estacionamiento de larga duración, mantenimiento y reciclaje de aviones y pronto se convirtió en la mayor infraestructura de este tipo en Europa. En la elección de este enclave peso, además de su ubicación, la sequedad del clima, que favorece el mantenimiento en buenas condiciones del fuselaje y otros componentes de las aeronaves.

Las mismas condiciones climáticas y el hecho de ser un espacio aéreo no saturado, al contrario de lo que sucede en gran parte de Europa, lo hacen idóneo para la realización de diversas prácticas y ejercicios aéreos, motivo por el que cuenta con una escuela de vuelo, servicio de helicóptero medicalizado del 112, ensayos en vuelo, aviación general, aviación ejecutiva y privada, trabajos aéreos, formación logística aeronáutica y sistemas de aeronaves pilotadas a distancia o RPAS, por sus siglas en inglés. 

La baja nubosidad, la ausencia de vientos fuertes, la claridad atmosférica y las horas de insolación favorecen asimismo la actividad aeronáutica.

Recientemente, la empresa constructora y la empresa que explota el aeropuerto turolense, en la que intervienen el Ayuntamiento de Teruel y la DGA, rescindieron amistosamente un contrato para la construcción de un gran hangar con capacidad para dos Airbus 380, el mayor avión de pasajeros en la actualidad. La inversión, por un montante de 26 millones de euros, se volverá a licitar y, una vez llevada a cabo, supondrá un nuevo impulso para el recinto aeronáutico aragonés.