Los concesionarios de Stellantis en Aragón acometen un verano de incertidumbre. El grupo automovilístico cancelará en los próximos meses los contratos de una buena parte de los 40 puntos de venta que las marcas que engloba la multinacional (Fiat, Alfa Romeo, Jeep, Peugeot, Citroën, DS y Opel, principalmente) tiene en la comunidad aragonesa. Las estimaciones señalan que la medida afectará a 129 de las 329 empresas concesionarias que el consorcio tiene en España. No obstante, la compañía matiza que la finalización de los contratos no significará cierre ni despidos de estos centros sino que puede haber fórmulas alternativas como los agentes de ventas.

El objetivo del gigante Stellantis con este giro en sus puntos de venta es adaptarse a los cambios medioambientales y normativos que están impactando en el modelo de distribución. «Se trata de anticiparse a una realidad que llegará más pronto que tarde en un sector acuciado por la crisis de los semiconductores, la llegada del coche eléctrico y compartido, entre otros factores», señalan fuentes del consorcio.

La idea es apostar por crear concesionarios multimarca que permitirán «reducir costes, ganar eficiencia y ofrecer un mejor servicio», al cliente. También contarán con una gama más amplia de servicios, líneas de producto, financiación y soluciones de movilidad, señalan. A pesar de ello, algunos concesionarios ya han mostrado su rechazo al plan de reestructuración.

Manuel Berdiel, presidente de la Asociación Nacional de Concesionarios Fiat Auto (Anefa) asegura que la decisión de Stellantis no se ha tomado en el mejor momento posible. «Creo que es un gran fallo, se debería haber hecho en un contexto diferente, en donde el mercado automovilístico fuese sostenible». 

Al mismo tiempo, el presidente de Anefa admite que el sector va a tener que afrontar una gran transformación si desea subsistir, y explica que el modelo de negocio que se espera implementar a partir de ahora va a ofrecer más servicios que nunca, y que los productos que se ofrezcan tendrán que ser «acordes al poder adquisitivo de las personas».

Desde el concesionario Carza Peugeot de Zaragoza, afirman que la decisión del grupo empresarial se «olía desde hace tiempo» debido a una tendencia observada en los últimos años de «repartir los beneficios entre menos manos». «Hemos visto como cada año iban cerrando más concesionarios. Se tiende a concentran el volumen de beneficios». Asimismo, manifiesta que «a pesar de que la decisión se podía prever», no esperaban que se fuese a ejecutar de «esta manera».

Desde los concesionarios Opel han evitado pronunciarse sobre los efectos de la medida ni sobre la reestructuración que planea Stellantis en sus concesionarios.

Despejar incógnitas

La duda ahora es saber cuál será el efecto que provocará en la red de distribución aragonesa, cuya rentabilidad es muy escasa. Las redes de FCA (Fiat, Alfa Romeo, Jeep, Lancia, Abarth y Fiat Professional) y Opel serán las más afectadas, según adelantaron las patronales de concesionarios (Faconauto) y distribución (Ganvam). Por marcas, las mayores afecciones serían en Citroën, con 31 concesionarios que quedarían sin contrato (el 34% del total), 5 en la marca DS (14% del total); 23 en la red de Peugeot (23% del total): 35 en la de FCA (46% del total); y otro 35 en Opel (37% del total). La compañía ha remitido a sus concesionarios notificaciones para comunicarles que, o bien siguen con el contrato, se mantienen bajo supervisión a la espera de resultados o se da por finalizada la vinculación con Stellantis. El nuevo contrato comenzará a aplicarse en el 2023.

«No son cierres»

Desde la Asociación Nacional de Concesionarios Fiat Auto se ha remarcado que la reestructuración que se va a llevar a cabo «no son cierres». Su presidente, Manuel Berdiel, explica que se ha producido «una reestructuración de la red», y que por razones varias va a haber concesionarios que «no van a poder continuar». Otros, sin embargo, «se mantendrán con condiciones», asegura. «Lo que buscan es competir en un mercado bestial», dice Berdiel. Además, afirma que «ya estaba firmado en los contratos» que en la reestructuración de 2023 no contarían con varios concesionarios».

El cambio de estructura que va a llevar a cabo Stellantis supondrá la reorientación o despido de un porcentaje, aún por conocer, de empleados. En este sentido, el presidente de Anefa asegura que «prescindir de trabajadores no es una decisión fácil porque este es un negocio de personas, donde el empleado tiene una formación muy específica y el empleo que se da es de mucha calidad».

Tanto Faconauto como Ganvam han anunciado iniciativas para que las empresas concesionarias que sigan formando parte de la red de Stellantis tras la reestructuración «lo hagan en las mejores condiciones, con la suficiente seguridad jurídica, estando así en condiciones de seguir generando actividad, empleo y rentabilidad».

Por otra parte, este verano no está siendo muy esperanzador. Las cifras en lo que llevamos de periodo estival son peores que las que se registraron el verano pasado, según comentan desde los concesionarios, y empeoran más si se comparan con las de 2019, cuando los resultados fueron realmente buenos para el sector automovilístico. 

Las ventas caen el 31% en Aragón

Las matriculaciones de turismos registraron una fuerte caída en Aragón en el mes de julio, lo que demuestra que las ventas siguen sin levantar durante la pandemia. Los concesionarios de la comunidad vendieron un 31,12% menos que en julio del 2020 hasta totalizar 1.773 operaciones frente a las 2.547 del pasado año. Se trata de un descenso algo mayor al registrado en el conjunto de España donde las entregas cayeron un 28,86% hasta alcanzar las 83.900, según refleja el informe mensual de Faconauto, patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas de turismos y maquinaria agrícola presentes en el mercado español.

A pesar de todo, en el acumulado del año, en Aragón se han vendido más coches que en el 2020 (11.120 frente a los 9.140), lo que se explica por la declaración del estado de alarma que cerró cualquier tipo de actividad. La subida en Aragón fue del 21,65% frente al 18,1 % en España. Comparado con los siete primeros meses de 2019, las ventas acumuladas de turismos caen un 33% en todo el país.

Los descensos de ventas de los vehículos de gasolina y diésel en la comunidad aragonesa alcanzan el 36% y el 42,08% en el mes de julio respecto al mismo mes del 2020. Mientras, los eléctricos, híbridos y las ventas cayeron casi el 4% en julio (508 vehículos). En lo que va de Aragón se han comercializado 3.073 coches de este tipo en la comunidad.

Las matriculaciones de vehículos en España en el mes de julio caen en todos los segmentos. A pesar del respiro que la reducción del impuesto de matriculación hasta finales de año ha podido suponer en algunos canales de venta, las entregas de todos los tipos de vehículos caen prácticamente a doble dígito comparadas con las ventas registradas en el mismo mes en 2020.

También recuerdan que julio de 2020 fue un mes especialmente bueno, el primero de apertura total tras el confinamiento estricto de la pandemia y se benefició de la demanda embalsada de los meses anteriores.

Por canales, solo los alquiladores registran un dato de crecimiento en julio, con una subida de las entregas del 15,3 % respecto del mismo mes de 2020. La caída en el canal de particulares se agudiza, con un descenso del 42,4%, hasta 35.653 unidades.