Hasta cinco especies de aves esteparias se encuentran en peligro con la instalación de parques eólicos y solares en Aragón. Esta es una de la principales conclusiones que se extrae del mapa dinámico que hizo ayer público la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Este mapa incluye las zonas de exclusión para proyectos de energías renovables en zonas de aves esteparias amenazadas de la comunidad. La avutarda, el sisón, la ganga, la ortega y el rocín son las cinco especies que no están protegidas en Aragón mediante un Plan de Conservación de especies amenazadas. Y, que a la postre, se ven afectadas por esta falta de amparo ante la construcción de estos parques en sus hábitats. Así, algunas mueren tras colisionar con las hélices de los molinos de viento; pero también se debe tener en cuenta el efecto barrera, que provoca la expulsión de las especies de su territorio habitable.

También queda revelado que hasta 100 parques de energías renovales repartidos por toda la comunidad, bien instalados, bien en proceso de trámite, amenazan a estas especies. Por ejemplo, el de Magallón o Pedrola.

Se pide la protección de cinco especies de aves esteparias 

Luis Tirado ha calificado como "imprescindible" declarar dentro del Plan de Conservación a cinco especies de aves esteparias, como son la avutarda, el sisón, la ganga, el ortega y el rocín. De este modo, ganarán en protección frente a la posible instalación de parques eólicos y solares en sus hábitats naturales.

Tirado ha destacado que Aragón cuenta en el valle del Ebro con la mejor población de rocín y ganga de España. Además, las poblaciones de sisón y ortega son muy importantes. Los 100 ejemplares de avutardas no dejan de ser una cifra considerable, aunque se encuentren muy lejos de otras comunidades como Castilla y León, con mucho más terreno y 2.000 ejemplares.


El objetivo no es otro que ofrecer mayor información a todos los actores implicados en el actual despliegue de nuevas plantas de generación energética en Aragón. Así, se pretende garantizar renovables responsables, esto es, instalaciones ubicadas en emplazamientos que supongan el mínimo impacto ambiental, el máximo beneficio social, más allá de los trabajos de instalación, y una óptima capacidad de reversión al término de su vida útil.

Luis Tirado, delegado de la entidad en la comunidad, ha explicado esta decisión como una respuesta "a la falta de planificación y de herramientas ambientales" como es ese Plan de Conservación. Este mapa lo utilizaban "internamente" para "asesorar a promotores" y, tras hacerlo público, se ha convertido en "una reivindicación para que la DGA tome cartas en el asunto". A partir de ahora, los promotores cuentan con el mapa como una herramienta accesible; y el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), también, a la hora de delimitar estas zonas de exclusión.

Ante una posible solución al problema, y mientras las instituciones no tomen cartas en el asunto, Tirado lo tiene claro: "Lo ideal sería que estos parques eólicos y solares se ubicaran en zonas de regadío del Alto Aragón o de Bárdenas, porque cuando se transformaron del secano al regadío, ya se perdieron ambientalmente". A su juicio, ha señalado que ha habido "una falta de asesoramiento por parte de los promotores", lo que les hará estar "siempre en el foco" ante una futura ley.

El rocín, el más afectado

El rocín (alondra ricotí) ha experimentado una fuerte regresión en las últimas décadas, tanto en su área de distribución como en su número, debido principalmente a la destrucción o alteración del hábitat estepario del que depende. Actualmente, hay autorizados y en funcionamiento más de 30 parques eólicos a menos de 4.5 kilómetros de poblaciones de rocín en Aragón, por lo que se considerarían en una situación de incompatibilidad con la conservación con una especie amenazada. 

En peligro el sisón de Alfamén

El parque solar que se pretende instalar en la localidad zaragozana de Alfamén afectaría a la mejor zona de sisón de Aragón. El proyecto todavía se encuentra en proceso de trámite a expensas de la decisión que considere el Inaga. 

Desde la Sociedad Española de Ornitología recuerdan que si esta especie estuviera amparada por una ley de protección como la Ley de Conservación, el área de Alfamén se catalogaría como «crítica».

Se calcula que entre parques operativos y en proceso de trámite, más de 100 no estarían autorizados si se hubiera considerado este mapa.