De los contextos más complicados en los que reina la incertidumbre ante la novedad de la situación siempre aparecen personas que tratan de aprovecharse para sacar un beneficio personal. Los detectives privados han visto cómo durante el último año y medio, en el que cualquier positivo por coronavirus suponía un gran escollo para el que lo padecía y para su entorno laboral y familiar, han surgido personas que han sabido rédito de ello.

Desde varios despachos de detectives privados en Zaragoza aseguran que el teletrabajo les ha dado «mucho juego» a la hora de investigar a individuos cuyo fin era escaquearse unas horas o incluso unos días de su responsabilidad laboral. Vicente Delgado, de Inveszar Detectives, expone varios casos en los que las investigaciones acabaron destapando a varios «malos trabajadores».

Un claro ejemplo, dice Delgado, se produce con los falsos contactos. Esta es «la gran excusa». «El trabajador finge haber estado en contacto con un positivo para no ir al trabajo y por lo tanto tiene que estar confinado. Luego, cuando investigamos, nos lo encontramos tomando unas cervezas con los amigos en una terraza y sin mascarillas», cuenta el detective. «La verdad es que el tema de los contactos con positivos ha dado mucho juego a bastantes malos trabajadores».

Además, con respecto al trabajo durante la pandemia y su modalidad online también se han visto casos en los que el teletrabajador que no puede llevar a sus niños al colegio de forma habitual aprovecha esa excusa para el ocio personal. Es decir, que si entra a trabajar a las 8.00 horas en la empresa, pero al teletrabajar se le permite hacerlo a las 9.00, luego es pillado a esa hora tomándose un café con los amigos, yendo al gimnasio o de compras, como ejemplifica Delgado.

Uno de los telescopios utilizados por los detectives. inveszar detectives

Bien es cierto que los trabajadores han protagonizado y protagonizan la mayoría de los casos relacionados con investigaciones laborales, pero las empresas no se han quedado exentas de estos fraudes.

El detective cuenta el caso de una entidad aragonesa que protagonizó un caso de falsos ertes. «Dijeron haber metido a su plantilla en erte para cobrar ayudas. Cuando terminamos de investigar este caso, finalmente observamos que los empleados continuaban trabajando con absoluta normalidad. Por lo cual, tanto la empresa como los trabajadores habían estado cobrando ayudas y encima seguían trabajando a espaldas de la administración», cuenta Delgado.

Los detectives privados han tenido que luchar y luchan todavía contra la pillería de empleados y empleadores durante la época del covid. Una época propicia para el engaño

EL USO DE LA MASCARILLA: UN ARMA DE DOBLE FILO

Los detectives privados, como la mayoría de los trabajadores, han tenido que lidiar con la pandemia y adaptarse a las nuevas condiciones. Entre las muchas novedades que ha traído consigo el contexto pandémico se encuentra el uso generalizado de la mascarilla para cualquier actividad. Hasta hace apenas unos meses, uso en interiores y exteriores era de obligado cumplimiento, lo que permitía a los detectives utilizarla para pasar más desapercibidos tanto en la calle como en locales. Por ello, Vicente Delgado, director de Inveszar Detectives, asegura que la pandemia les ha sido útil de alguna forma. «Una mascarilla que se puede cambiar de color, diseño y forma siempre, ayuda a pasar inadvertido allá por donde vas», explica Delgado.

Sin embargo, los tapabocas no siempre han jugado a su favor. Cuando los detectives privados tienen que hacer el seguimiento de una persona o investigarla, la mascarilla es su enemiga. «Desde luego, una de las complicaciones más concretas de este tiempo ha sido el tema de identificar a alguien con mascarilla. Si no teníamos datos suficientes sobre la persona, o material como por ejemplo fotos suyas o del vehículo que conduce, se hacía muy complicado para nosotros poder identificar a cualquiera». En Aragón hay 28 detectives privados con licencia, de los que la mitad están en activo. Todos ellos tuvieron que saber lidiar con una situación completamente nueva y que les condicionó la forma de trabajar. Un auténtico arma de doble filo para los detectives.