Un deslizamiento de tierras que se ha producido en el embalse turolense de Santolea, en las laderas contiguas a la presa de cola o del Puente, ha obligado al Ayuntamiento de Castellote a prohibir el baño y la práctica de actividades deportivas en el pantano ante el riesgo que existe de que el desprendimiento sea mayor.

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) aseguran que «no existe peligro para la presa» aunque «ante la posibilidad de que dicha movilización de rocas continúe su movimiento y pudiera afectar a personas que estuvieran en el entorno» ha decidido cerrar los accesos y prohibir el baño en el embalse.

El desprendimiento se produjo el pasado lunes 16 de agosto. Según testigos que se encontraban en la playa de la presa, se escuchó un fuerte estruendo sobre las 13.30 horas acompañado de una polvareda que cubrió parte de la presa como consecuencia de la quebrada.

El alcalde de Castellote, Antonio López, ha explicado que recibió una llamada del 112 advirtiéndole de lo sucedido y solicitándole que prohibiera el baño y cualquier actividad acuática en el embalse por seguridad. Para evitar riesgos, aunque la presa del Puente se encuentra a unos 300 metros de la ladera en la que se ha originado el desprendimiento, se ha decidido cerrar todos los accesos a este punto.

Según explicaron desde la CHE, tras los estudios realizados con Acuaes, explotador del embalse y sociedad estatal que se encarga de las obras de ampliación de la presa, se van a intensificar las medidas de control y vigilancia de los movimientos de esa ladera y se va a estudiar la mejor forma de mejorar la seguridad de esa zona. Aseguran que la grieta se encuentra en una ladera del vaso del embalse del Puente que está «suficientemente alejada de la presa» por lo que consideran que «no puede causar afecciones significativas en el embalse». No obstante, están estudiando sus características y su evolución para tomar las medidas más apropiadas.

Los peligros

Por otro lado, el profesor de la Universidad de Zaragoza del departamento de Ciencias de la Tierra, Antonio Casas, advierte del peligro que entraña un deslizamiento de la tierra y más en este caso, ya que la presa está apoyada sobre las calizas que están cediendo.

Este experto asegura que la ladera terminará por ceder (puede suceder de repente o tardar años) y lo hará arrastrando una cantidad mayor importante, ya que se produciría un efecto cadena. «La situación es de riesgo y muy compleja», aseguró, con la vista puesta en Mas de las Matas, un municipio situado en zona inundable.

Si se incrementa el volumen, el agua se colaría por las grietas generando mayor presión en la masa de tierra, aunque también se aceleraría el proceso si sucede lo contrario, advirtió. «No será la primera vez que se rompe una presa, el peligro es alto», avisa.

Último paso del recrecimiento

Los trabajos del recrecimiento del embalse de Santolea, en Castellote, tendrían que terminar este año, aunque el deslizamiento de una de las laderas podría ralentizar los trabajos. La presa del Cañón es la última fase del proyecto que ha tenido que ser modificado por los imprevistos geológicos que afectan a la cimentación bajo el agua. En principio no iba a alterar el calendario previsto, como ha sucedido finalmente. También ha encarecido el precio en 2,3 millones, por lo que el proyecto, que dirige la empresa pública Aguas de las Cuencas de España S. A. (Acuaes), pasará de costar 24 millones a 26,3. El proyecto ha tenido distintos contratiempos, como la salida masiva de lodos del pantano a principios de 2019, afectando a la fauna del río Guadalope e inutilizando las tomas de agua de varios núcleos de población, como Aguaviva. La Fiscalía Provincial abrió una investigación de los hechos para depurar responsabilidades aunque el caso acabó finalmente archivado. 

Es la segunda vez que se produce un deslizamiento en este embalse

No es la primera vez que la naturaleza acecha al pantano de Santolea. En 2014, el recrecimiento de la pared principal de este embalse tuvo que retirarse después de localizarse un deslizamiento geológico en la margen derecha del embalse, provocando que el proyecto planteado inicialmente para recrecer la capacidad de almacenamiento se descartara y se optase por otra alternativa. Fue cuando se decidió construir la presa del Cañón, cuyas obras están a punto de concluir. Una vez que finalicen habrá tres presas con capacidad para 100 hm3 de agua: la de Santolea con 47 hm3 aproximadamente, la del Puente con 18 hm3 y actualmente en el punto de mira por el desprendimiento de una de sus laderas, y la del Cañón, un kilómetro aguas arriba con 80 hm3.