El alcalde de Huesca, Luis Felipe Serrate, ha visitado esta mañana el entorno de la catedral oscense con motivo de la redacción del Plan Director que velará por su protección. Así, el ayuntamiento oscense, junto al Gobierno de Aragón y la Diócesis de Huesca, forma parte del grupo de trabajo que ejerce como interlocutor directo con los redactores del proyecto de este Plan Director. El objetivo es diagnosticar la situación actual del conjunto patrimonial y determinar las medidas que sean necesarias para preservarlo y ponerlo en valor. Durante la visita a la catedral, Luis Felipe ha afirmado que «la protección y puesta en valor del patrimonio histórico y artístico de nuestra ciudad es una cuestión prioritaria».

Asimismo, Felipe ha indicado que «el patrimonio histórico requiere de intervenciones de preservación que mejoren su estado y su valor para las próximas generaciones» y ha defendido que «el Ayuntamiento de Huesca seguirá trabajando en la medida de sus posibilidades y competencias por dignificar conjuntos patrimoniales que, si no se actúa, pueden verse abocados en un futuro a la desaparición».

El delegado diocesano de Patrimonio Cultural y Director del Museo Diocesano de Huesca, José María Nasarre, ha agradecido el apoyo institucional y ha explicado durante la visita que «el interior de la Catedral de Huesca está muy bien cuidado, lo que puede conducir a error porque hay partes del exterior que se encuentran en muy mal estado y requieren de intervención urgente». Cabe recordar que el Ministerio de Cultura llevó a cabo un plan de catedrales en el periodo de la Transición y se actuó ante el estado de diversos conjuntos de este tipo mediante planes directores. La Catedral de Huesca había sido objeto de actuaciones de restauración unos años antes y no fue necesaria ninguna intervención.

Ahora, unos cincuenta años después, desde la Diócesis de Huesca se ve con optimismo la voluntad del Instituto de Patrimonio Cultural de España y de las instituciones territoriales, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Huesca, para proteger un espacio que alberga restos arqueológicos y patrimoniales de gran valor y únicos en España. El entorno de la Catedral comprende, entre otros puntos de interés, el Palacio Episcopal Medieval y la sala de limosnas, los restos del antiguo campanario y la sala capitular, los trujales y lagares y solares arqueológicos.

Nasarre ha añadido que «deben consolidarse las ruinas del entorno», en primer lugar porque «contienen la historia de la propia Catedral a lo largo de las épocas y hay que conservarlas y dignificarlas» y en segundo lugar porque «pueden dar lugar a un parque o paseo arqueológico e incluso ser un aliciente desde el punto de vista del turismo cultural». 

Hace apenas un mes, la cubierta del Palacio Episcopal de Huesca colapsó mientras descargaba una fuerte tormenta sobre la ciudad, sin provocar daños personales pero causando afecciones materiales en la planta superior del edificio, actualmente en desuso.