La ventilación y los filtros evitan la transmisión de virus respiratorios

Los patógenos llegan por aerosoles, según un estudio en el que participa un aragonés / La desinfección y las mamparas laterales no están recomendadas, según los expertos

El zaragozano José Luis Jiménez ha participado en el estudio internacional. | SERVICIO ESPECIAL

El zaragozano José Luis Jiménez ha participado en el estudio internacional. | SERVICIO ESPECIAL / EVA GARCÍA

Eva García

Eva García

El coronavirus y la mayoría de los virus respiratorios se propagan por aerosoles y no por gotas, como se pensaba hasta la llegada de esta pandemia. Esta es una de las conclusiones a las que han llegado un equipo científico internacional, en el que ha participado el zaragozano José Luis Jiménez, investigador de aerosoles en la Universidad de Colorado en Boulder y que se ha publicado este jueves en la revista Science.

Esta investigación ha revisado la «literatura científica» y lo que se han encontrado es que los virus respiratorios como el primer Sars-coV-2 o el Mers-CoV se transmitían por aerosoles al igual que el covid, pero también «la gripe», algo no aceptado por la OMS o los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades norteamericanos (CDC). ¿El motivo? «Por lo mismo que les ha costado un año admitir que el covid se transmite por aerosoles», asegura Jiménez desde EEUU. Esto se debe a «cuestiones históricas» porque «estaban atascados en un dogma» que viene de principios del siglo XX, desde un libro publicado por el norteamericano Charles Chapin, que fue presidente de la asociación norteamericana de Salud Pública y que afirmó que «la enfermedad se transmite por las gotas que caen al suelo y por las superficies». «No tenía pruebas» pero así lo escribió ha sido casi ley hasta esta pandemia.

Gráfico.

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Para combatir esa idea y explicar los contagios, Jiménez lo define como «un humo» que sale al hablar, gritar, toser, cantar o estornudar y «nos infectamos si lo respiramos». Por eso, para no contagiarse «hay que hacer lo que haríamos para no respirar el humo». Lo más eficaz es estar al aire libre, «donde hay más distancia», pero si no puede haberla, «mascarilla». Y ventilar, y si no se puede, «quitar el virus del aire con un filtro purificador HEPA u otros más baratos, «que se han visto que funcionan muy bien».

La distancia social funciona, pero insisten en la idea del humo. «Si hablas con un fumador estás respirando su humo, igual que si hablas con alguien que ha comido ajo hueles a ajo porque respiras el aire de esa persona» y a más distancia dejas de inhalar su aire.

Actualización de medidas

Esto tiene que provocar una actualización de medidas y dejar de «desinfectarlas superficies, salvo en la planta de covid del hospital». De hecho, el estudio señala que las mamparas que se usan para bloquear las gotas de tos impiden esa buena «ventilación», según señala otra de las participantes; e insiste Jiménez, porque evita que salga «ese humo».

Lavarse las manos «está bien» pero no por los virus respiratorios sino por las intoxicaciones alimentarias que se transmiten por la vía fecal-oral. El estudio en el que ha participado Jiménez, licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad de Zaragoza, insiste entonces en «enfocarse en las medidas que reducen que inhalemos el aire que han exhalado otros» y que tiene el virus. Para eso, estar al aire libre «en la medida de los posible» y «ventilar». Si el virus flota tienes que «echarlo fuera e intercambiarlo» y si no se puede, «quitarle el virus con un filtro», que puede ser «la mascarilla» u otro. El investigador no apuesta por «matar o desinfectar el virus» con métodos químicos –salvo las luces ultravioletas– como esprays de ozono, lejía, plasmas, iones o fotocatálisis, no recomendados porque «si le hace daño al virus también a nosotros».