REUNIÓN BILATERAL EN EJEA DE LOS CABALLEROS

Aragón y Navarra unen fuerzas para reivindicar su potencial logístico

Javier Lambán y María Chivite firman el nuevo protocolo de colaboración // Reclamarán el Impulso ferroviario del corredor Cantábrico-Mediterráneo

María Chivite y Javier Lambán se abrazan, este viernes, en Ejea

María Chivite y Javier Lambán se abrazan, este viernes, en Ejea / Jaime Galindo

Ignacio Martín

Ignacio Martín

Dos comunidades políticas milenarias y vecinas se reunieron este viernes en Ejea de los Caballeros para estimular un futuro conjunto en comunicaciones, infraestructuras, logística, agroalimentación y cultura, en un impulso que tiene al río Ebro como centro de operaciones y que sellaron en Ejea de los Caballeros el presidente aragonés, Javier Lambán, y la navarra, María Chivite, que firmaron un protocolo de actuaciones.

La delegación aragonesa contó con la participación de Mayte Pérez, consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales; José Luis Soro, consejero de Vertebración; Felipe Faci, consejero de Educación; y Joaquín Olona, consejero de Agricultura. Por parte navarra participaron Javier Remírez, vicepresidente primero y consejero de Presidencia; José María Aierdi, vicepresidente segundo y consejero de Ordenación del Territorio; Bernardo Ciriza, consejero de Cohesión Territorial; y Rebeca Esnaola, consejera de Cultura y Deporte.

El jefe del Ejecutivo autonómico aragonés habló de dos comunidades que presentan similitudes importantes y donde el desempleo «está cuatro o cinco puntos por debajo de la media española», dos comunidades donde el componente industrial es muy importante en el PIB, con una importante relación comercial –hasta el punto de que Aragón es el primer cliente comercial de Navarra– «y que compartimos algo tan poderoso como el Ebro», lo que supone convivir en potencialidades y problemas.

«Hemos decidido impulsar juntos el tramo Zaragoza-Pamplona-Bilbao del Corredor Cantábrico-Mediterráneo». Este eje ferroviario es «de una potencialidad formidable» ya que conecta los principales puertos de España (Valencia, Bilbao, Barcelona) y, además, enlazará con la futura reapertura del paso ferroviario internacional de Canfranc y pondrá en comunicación los principales centros de fabricación de automóviles de España, «lo cual parece muy relevante desde el punto de vista de la planificación económica», explicó Lambán, que reconoció que la inversión que necesita el Corredor es «de mucha envergadura» y «técnicamente compleja», además de estar pendiente de proyectos que hay que redactar e impulsar.

Por su parte, la presidenta de Navarra resaltó que el Corredor Cantábrico-Mediterráneo comunica a ambas comunidades con el resto de España y ofrece una vía de comunicación con Europa, al tiempo que dejó clara la importancia de mejorar las carreteras que unen a Aragón y Navarra, lo que «beneficia a los vecinos de las localidades limítrofes y mejora nuestras relaciones».

Las infraestructuras hidráulicas y el papel del sector agroalimentario en el PIB de ambas regiones fueron otros de los asuntos tratados, así como la seguridad pública, la protección civil, la atención del 112 en las zonas limítrofes. «La colaboración que aquí establecemos va a beneficiar al conjunto de la ciudadanía», dijo Chivite.

El protocolo

La presidenta navarra recordó que ambas regiones están unidas por lazos «sociales, económicos e incluso familiares», que se han ido estrechando desde que en 2009 sus respectivos gobiernos firmaron un protocolo de colaboración. El sellado recoge una serie de declaraciones de voluntades y acciones compartidas que agrupan a todas las áreas de gobierno de las respectivas comunidades.

En Servicios Sociales, por ejemplo, destaca la voluntad para lograr un acuerdo para que las personas dependientes que residen de las zonas limítrofes puedan acceder a los servicios concertados o con prestación vinculada a servicio de la comunidad autónoma vecina, sin necesidad de empadronamiento. Además, en Salud históricamente ha existido una estrecha colaboración que aparece recogida en el Convenio de colaboración suscrito en 2019.

En Educación destaca la voluntad de colaborar en proyectos estratégicos relacionados con el impulso de la Formación Profesional y la Formación Profesional Dual con la colaboración de las comunidades educativas y las empresas interesadas o en fomentar el intercambio de experiencias y la realización de programas conjuntos en el terreno de la investigación científica y tecnológica.

En Empleo se apuesta por la colaboración en el estudio de los mercados de trabajo naturales en las comarcas limítrofes de las dos comunidades y en la gestión de empleo (oferta y demanda) en dichas zonas, en concreto a través de las oficinas de empleo de Tarazona y Tudela. En Infraestructuras, ambas comunidades coordinarán las actuaciones en materia de infraestructura viaria y ferroviaria. Para ello se establecerán, entre otras acciones, reuniones periódicas para el desarrollo del Corredor.

Por último, en Medio Ambiente, conscientes del alto riesgo que suponen los incendios forestales, se establecerán mecanismos de colaboración que permitan trabajar conjuntamente, de un modo coordinado, en la prevención de siniestros de esta naturaleza, especialmente en las zonas limítrofes, con un mayor aprovechamiento de los recursos. 

El futuro está en las trilaterales y la ‘Ebrorregión’ junto a La Rioja

«Hay un futuro de cooperación muy interesante que puede incluir a La Rioja. Hace ya unos años que riojanos y aragoneses entendimos que en torno al Ebro podía soñarse, planificarse, trabajar y establecer mucha cooperación en beneficio de nuestras economías. Dimos en llamarlo ‘Ebrorregión’ y seguramente en el futuro parecerá razonable que tengamos encuentros trilaterales», explicó Javier Lambán, que ve un futuro «esperanzador» en ese aspecto y recordó que ya existen experiencias muy importantes como el proyecto ‘Ebro Food Valley’.

Lambán también se refirió a los planes de inversión de Forestalia, que tramita una línea de muy alta tensión al País Vasco para sus renovables. «El sol y el viento, que durante siglos han sido auténticos tormentos, hoy son una especie de bendición. Desde el respeto a la empresa privada, aspiro a que en la mayor medida de lo posible se aproveche la economía aragonesa. Que al final la energía que se genera en Aragón, se consuma en Aragón y beneficie al bienestar de los aragoneses».