La pandemia va remitiendo, los casos bajando y las restricciones que provocó ya se van levantando. Queda la mascarilla, la distancia social, la precaución y muchos síntomas en el caso de los enfermos de covid persistente, un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de coronavirus semanas o meses después de la infección inicial. Se calcula que un 10% de los que han padecido la enfermedad sufren meses después covid persistente, lo que en Aragón sería más de 15.000 personas de todas las edades, en su mayoría mujeres, de mediana edad y profesionales.

En la comunidad se lleva tiempo investigando este síndrome. Rosa Magallón dirige un estudio impulsado por el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón junto a la Facultad de Medicina para desde Atención primaria estudiar «la cronicidad del covid y la morbilidad», asegura la investigadora; quien explica que los resultados estarán «cuando terminemos el trabajo de campo», que será estas Navidades y para enero o febrero se podrán hacer públicas las conclusiones.

Todavía están con ese trabajo de campo y llevan evaluados medio centenar de pacientes y hay que llegar hasta los 150. El estudio consta de tres partes, ya que incluye un cuestionario, una fase analítica y una exploración física, en la que se recogen datos y se analizan «las diferencias bioquímicas o genéticas, a nivel de reacción inmunológica e inflamatoria» y otro tipo de variables, como la comorbilidad, que «nos dé luz de por qué una persona manifiesta unos síntomas tan persistentes», explica Magallón.

Perfil del enfermo con covid persistente: Mujer y con 43 años de media

Un estudio nacional publicado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMGF) señala que el 79% de las personas que sufren covid persistente son mujeres; una cifra similar a la de una encuesta internacional; mientras que la edad media de los afectados es de 43,3 años en España, y de tres años más en el mundo. La doctora Rosa Magallón, según el estudio que lleva a cabo en Zaragoza, corrobora estos datos, aunque también señala que se están encontrando con hombres y también con adolescentes e incluso niños.

En cuanto a la media de persistencia, todos los participantes todos superaban los 90 días, con una media de 185. En esta guía clínica de la Sociedad Española de Médicos Generales, se afirma que el número de síntomas totales en los enfermos de covid persistente en España es de 87, siendo los más frecuentes, la astenia, el malestar general, la falta de concentración o los fallos en la memoria, aunque hay otros como fiebre, dolor torácico, tos, pérdida de apetito, pitidos en los oídos, falta de concentración, dolores musculares, articulares, diarrea y en menor medida pérdida temporal de visión, úlceras o cólicos nefríticos. Magallón añade además la «sensación distérmica, de sentir frío o calor» o la dificultad para respirar o la falta de olfato, pero explica que algunos pacientes tienen uno o dos síntomas, «lo que les permite tener una vida aceptable o prácticamente normal» mientras que otros sufren «síntomas más invalidantes».

Desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) también se han puesto en marcha dos estudios científicos, uno sobre covid persistente y otro sobre inmunidad en residencias de mayores. El primero, tal y como señaló el director del centro, Cristóbal Belda, durante su presentación, pretende ser capaces de definir exactamente a qué llamamos covid persistente, estableciendo un consenso diagnóstico que tendrá que ser puesto en común con otros grupos del ámbito internacional.

 El análisis será doble, y servirá para definir clínicamente este síndrome y conocer su prevalencia en España, para así mejorar el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación tras la enfermedad, que no está relacionada con la gravedad de la infección inicial, por lo que puede afectar tanto a pacientes leves como graves, según aseguran desde el Ministerio de Sanidad. 

Los 150 participantes se dividen en grupos, de 75 personas cada uno. El de pacientes de covid persistente está formado por personas con síntomas que se han manifestado durante más de tres meses y se les «hacen los controles», y el otro, son personas de igual sexo y parecida edad que «ha pasado el covid pero de forma asintomática», cuenta Magallón, quien reconoce que hay que investigar para visibilizar a este colectivo, con unas características tan desconocidas, ya que «nosotros nos centramos en la persistencia» pero se desconoce por qué esos síntomas permanecen durante tanto tiempo e imposibilitando además llevar una vida normal.

Varios de los que están siendo conejillos de indias pertenecen al colectivo Long covid Aragón, que actualmente forman 406 personas en la comunidad. Luchan porque se incluya en la Sanidad pública la rehabilitación respiratoria o la atención médica multidisciplinar en unidades covid persistente como ya hay en otras comunidades, pero sobre todo porque se reconozca su enfermedad, según una queja presentada esta semana al Justicia de Aragón, ya que se consideran «invisibles».

Desde el Gobierno de Aragón se está trabajando en un protocolo que está «prácticamente cerrado», aseguran fuentes de Sanidad, en el que se definirá su situación, para ser tratados desde Atención Primaria, desde donde serán derivados a la especialidad correspondiente según su sintomatología.