Un puesto de socorro de batallón completo con cestones, camilla plegable, botiquines con todos sus cajones llenos de elementos para curas, un banderín de vehículo y dos vitrinas para el instrumental de menor tamaño, como férulas, bolsas de socorro o esterilizadores. Estas son algunas de las 180 piezas cedidas por el Museo de la Academia General Militar de Zaragoza (AGM), que pueden visitarse en la nueva sala dedicada al material sanitario que acaba de inaugurar el Centro de Interpretación de la Guerra Civil en Aragón.

La inauguración de este espacio ha tenido lugar este fin de semana y contado con la presencia de la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar; el director de la Cátedra Cervantes de la Academia General Militar, el coronel José Manuel Pedrosa; el presidente de la Comarca de Los Monegros, Armando Sanjuan; la alcaldesa de Robres, Olga Brosed, y el doctor en Medicina y coronel médico retirado del Cuerpo Militar de Sanidad Luis Arcarazo, precursor de que la donación al Centro de Interpretación se llevase a término.

El deposito viene a «enriquecer el contenido del museo», dijo la alcaldesa de Robres; mientras que el presidente de la comarca, Armando Sanjuán, reconoció que desde que se abrió el centro hace 15 años «ha realizado un esfuerzo importante por conservar y poner en valor el patrimonio histórico ligado a la guerra civil, con el objetivo de preservar y dar a conocer nuestra historia, especialmente con visitas de institutos y colegios, a través del área comarcal de Turismo».

Por su parte, Luis Arcarazo, especialista en sanidad militar española desde el Desastre de Annual de 1921 hasta la guerra civil de 1936, señaló que el visitante podrá ver un puesto de socorro de batallón completo y destaca cuatro botiquines de batallón. «Los médicos militares tenían que llevar el material sanitario en medio de la nada, allí donde se encontraran los enfermos y heridos, y hay que trasladar ese material en condiciones, por eso los arcones de madera garantizaban estabilidad antigolpes», ha reconocido.

Entre los materiales de la exposición se encuentran, asimismo, un pañuelo triangular para hacer cabestrillo fabricado por un taller falangista en Tenerife o dos paquetes de curas de ambos bandos. También se puede ver un banderín sanitario para vehículo y cestones de repuesto de batallón de madera con interior de mimbre y cierres de metal diseñados para ser transportados por caballerías, en cuyo interior llevaban el material médico necesario para reponer los botiquines.

La exhibición en el Centro de Interpretación podrá visitarse los fines de semana 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 18.30 horas y domingos y festivos de 11.00 a 14.00 horas.