Son el 32% de la población española y representan el 34% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional. Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, las comunidades que integraron la histórica Corona de Aragón, han vuelto a unir fuerzas para hacer valer su potencial y reivindicar la ejecución de proyectos comunes, como el Corredor Mediterráneo, los Juegos Olímpicos de Invierno 2030 o la ampliación del aeropuerto del Prat.

La cumbre empresarial organizada por CEOE Aragón, a la que se sumaron las patronales de las otras tres comunidades, se tornó también en un nuevo espacio de diálogo político. Aunque Cataluña volvió a no estar como los demás. Mientras los presidentes de Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares unieron sus voces por este nuevo espacio de encuentro y diálogo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, decidió no participar. En su lugar envió a su consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, que en su primera intervención ante los medios de comunicación aseguró sin embargo que llegaba a la cumbre «con voluntad de respeto mutuo y de cooperación».

 Los presidentes de Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana, incluso algunos líderes empresariales como Ricardo Mur, señalaron la importancia de esta reunión para avanzar en las relaciones políticas sin entrar de lleno en las grandes cuestiones «abstractas», definió Lambán, donde pueden surgir más discrepancias. El lazo amarillo en la solapa de Vilagrà dio muestra de la distancia política entre unos líderes que, sin embargo, se sentaron a la misma mesa, se estrecharon la mano y llegaron a un decálogo de acuerdos, junto a sus patronales, por el bien de la economía común. «Son más cosas las que nos unen que las que nos separan», resumió Mur, mientras el presidente valenciano, Ximo Puig, llegó a hablar de «mejorar la convivencia y la coexistencia en nuestro país» a través de las conversaciones que surjan de este encuentro.

Siglos de historia compartida cargaron de simbolismo una cita que reunió a más de 80 empresarios y que concluyó con la promesa de celebrarse de nuevo, dentro de un año, en Barcelona, según anunció el presidente del Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. Mientras, empresarios y políticos reconocieron que ante el desafío de la crisis económica tras el impacto de la pandemia, la unión es «más importante si cabe», dijo el presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur. Con esta cumbre, la comunidad autónoma suma un nuevo foro de cooperación interinstitucional en un nuevo espacio. Al de la España despoblada y el Eje del Ebro se suma, con vocación de continuidad, el renacimiento de la alianza de la Corona de Aragón.

Todos los territorios reclamaron una reforma del sistema de financiación autonómica para que sea «justo», aunque nadie ocultó que los intereses de cada cual en esta materia son «divergentes». Pese al escollo de ponerse de acuerdo en la pieza angular de la financiación, el clima de entendimiento y cooperación presidió el encuentro. Con 35.800 millones de euros en intercambios comerciales entre las cuatro comunidades, la estrategia de la colaboración está marcada, y la cita sirvió también para reclamar otra forma de hacer política, teniendo en cuenta a la periferia y otros equilibrios de fuerzas más allá de la capital.

«Hay muchas más cosas que nos unen de las que nos separan. A veces la realidad política va por un lado, y la social y económica, por otro», incidió Mur, quien destacó que este encuentro puede ser una «manera suave» de «ir volviendo a la normalidad». Se entiende, a la normalidad postpandemia y en el ámbito de las relaciones entre comunidades vecinas, con Cataluña.

Los números de la Corona de Aragón.

Los números de la Corona de Aragón. EL PERIÓDICO

La cogobernanza federal

El presidente aragonés, Javier Lambán, abrió la posibilidad de «organizar la cogobernanza del país desde un punto de vista más federal, una España en red que se construya sobre la implicación de todas sus partes». El líder del cuatripartito aragonés aseguró que la economía puede «abrir los caminos» a resolver las cuestiones pendientes. Consideró que los empresarios habían asumido una «función patriótica» al organizar este foro. Y aunque reconoció que las divergencias políticas «no van a desaparecer hoy», defendió que «alejándose de los grandes objetivos abstractos y centrándose en la situación económica, se pueden encontrar caminos para resolver los grandes problemas de país».

Entre los objetivos comunes, Vilagrà (Esquerra Republicana de Cataluña) reclamó «romper la movilidad radial del Estado», buscar la «cooperación para captar fondos europeos» y cooperar «por el reequilibrio territorial y el repoblamiento». La presidenta de Baleares, Francina Armengol (PSOE), anunció su voluntad de «sumarse a trabajar en proyectos estratégicos con Aragón» y de renovar los compromisos con «la economía azul, la economía verde y el turismo sostenible». El valenciano Ximo Puig insistió en que es «el tiempo de la cooperación y de sumar sinergias por la competitividad de las empresas y la prosperidad social».

Con el horizonte del impulso económico, las cuatro comunidades han empezado a fortalecer los lazos que les unen, que afectan a 15 millones de personas. 

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Las regiones de la Corona de Aragón estrechan lazos en Zaragoza Andreea Vornicu