El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha sacado a relucir este domingo las discrepancias en una materia cada vez más delicada, la financiación autonómica. El jefe del Ejecutivo ha cargado con dureza contra la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con la que existen «importantes diferencias» sobre cómo realizar el reparto de los recursos entre las distintas comunidades. El malestar de Lambán se produjo después de que la titular del ministerio que gestiona los recursos del país citara a Valencia y a Murcia como comunidades infrafinanciadas en una entrevista publicada este domingo en papel por EL PERIÓDICO.

Al mismo tiempo, Montero se muestra contraria a que las comunidades estén organizando frentes porque no ayuda a «avanzar» en la negociación del nuevo sistema. Eso sí, a la hora de hablar de infrafinanciación mantiene la prioridad de comunidades como Valencia y Murcia para aliviar su deuda. «Hay que ser valiente en abordar este debate que habitualmente se escora por esa dificultad de intentar saber si toda la parte de deuda se debe a una infrafinanciación o no», contesta.

La reacción del presidente aragonés no se ha hacho esperar y ha llegado durante su participación en un acto de las Juventudes Socialistas en Ejea de los Caballeros. «Discrepamos absolutamente de la ministra en ese planteamiento» porque «creo no es conocedora de la realidad» de las diferentes comunidades. «Nosotros también estamos infrafinanciados y, por tanto, preveo que sobre este asunto tendremos un debate muy serio en el Consejo de Política Fiscal y Financiera», ha enfatizado.

Lambán, por tanto, añade tensión si cabe al debate sobre cómo se deben distribuir los recursos del Estado entre las autonomías. En este sentido, existen dos posturas diametralmente opuestas. Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana abogan por destinar más recursos en función de la población. Mientras, Aragón, Galicia, Extremadura, las dos Castillas, La Rioja , Asturias y Cantabria piden tener en cuenta el coste que supone llevar esos servicios a los ciudadanos en territorios muy dispersos como el aragonés. Estas últimas comunidades inciden en que la brecha entre las dos Españas es cada vez mayor y quieren que eso cambie. La guerra parece servida.

«La visión que nosotros tenemos está bastante alejada de la que tiene la ministra», ha subrayado el presidente Lambán que ya ha confirmado su presencia en el encuentro del próximo 23 de noviembre en Santiago de Compostela y que ha sido convocado por el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoó.

Existe otro tercer grupo de comunidades (Madrid, Baleares y Cataluña) que piden el principio de ordinalidad, según el cual estas comunidades más ricas deberían aportar recursos a la bolsa común pero solo hasta el límite de que ello no les suponga que las autonomías receptoras estén mejor financiadas que ellas mismas.

Más deuda y déficit

Lambán también ha avanzado este domingo que no tiene intención de claudicar de su tesis y pondrá los intereses de la comunidad por encima de cualquier otro, incluso los del propio PSOE. «Aragón está antes que cualquier otra cosa y desde luego antes que el PSOE. Me debo a los ciudadanos de la comunidad y defenderé la posición de Aragón diga lo que diga el partido socialista y el Gobierno de España», ha afirmado taxativo ante los medios de comunicación.

En este sentido, ha reiterado que la financiación debe hacerse «teniendo en cuenta el coste real de la prestación de servicios por habitante» porque «no cuesta lo mismo mantener servicios en una zona de baja densidad o población envejecida, como Aragón, que en una comunidad con población más joven o alta densidad de población. Allí los servicios son más baratos por persona. Lo que pedimos es que se tenga en cuenta la variable del coste real de los servicios», ha subrayado Lambán.

El encaje de intereses entre comunidades parece más complicado que nunca. La pandemia que ha arrasado con buena parte de los recursos públicos destinados a la sanidad pública, pero también a la educación y a los servicios sociales, competencias transferidas a las autonomías y que han dejado las arcas regionales maltrechas en los últimos años.

Lambán, aunque ha precisado que la deuda de Aragón «está por debajo de la media española» en los últimos años «ha aumentado de forma importante porque existe una mala financiación». «Para mantener la educación, los servicios y la sanidad todos los años hay que recurrir al déficit y a la deuda. Esa es la mejor indicación de que estamos infrafinanciados», ha zanjado el presidente aragonés.

El PSOE pide un pacto de Estado

El Gobierno quiere que el nuevo modelo de financiación autonómica, para el que se requieren múltiples reuniones, sea el resultado de un pacto de Estado con el PP para que se apruebe en la siguiente legislatura, gobierne quien gobierne entonces. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ve con malos ojos la cumbre convocada por Alberto Núñez Feijóo para el 23 de noviembre (en principio se iba a celebrar mañana). Según la ministra, solo profundiza en las «trincheras» y no permite «avanzar». Pero ella y el presidente son conscientes de que ni siquiera hay una posición común dentro del PSOE. Por eso Sánchez encargó al jefe de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que asumiera la Secretaría de Política Autonómica en la nueva dirección del partido, para encauzar el debate.  

Vara y la cúpula del PSOE mantendrán, justo para ese fin, un encuentro con los presidentes autonómicos socialistas probablemente el próximo viernes, según confirman fuentes de Ferraz a este diario. No están convocados los barones que están en la oposición en sus territorios, y tampoco el andaluz Juan Espadas, nuevo coordinador del consejo político federal, el órgano que reúne a Sánchez y a sus líderes regionales. Es decir, que el primer paso que adopta Ferraz es intentar alumbrar una posición de mínimos con los presidentes, protagonistas de un debate siempre conflictivo y que supera las fronteras ideológicas.  

El propio Vara, García-Page y Lambán pretenden, no obstante, acudir a la cita del 23 de noviembre, porque entienden que es un foro «institucional» en el que no solo se hablará de financiación y que lleva años operativo: su última reunión fue en septiembre de 2018 en Zaragoza.

Sobre Beamonte y el PP: «deseamos que les vaya bien»

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, se ha pronunciado este domingo por primera vez en público sobre la salida de Luis María Beamonte de la dirección del PP en Aragón. El jefe del Ejecutivo autonómico se ha limitado a señalar que «lo que ocurra en otros partidos el partido socialista lo mira con respecto, sabiendo que todos ellos son fundamentales para el buen transcurso de la democracia, pero no nos influyen para nada en la planificación del PSOE». «Tenemos nuestra hoja de ruta y nuestra propia estrategia. Tienen mucho que aportar y les deseamos que sus procesos de cambio y renovación les vayan bien, pero nada de lo que hagan otras fuerzas políticas nos va a alterar al partido socialista», ha añadido.

Por otro lado, Lambán ha anticipado en una reunión con las Juventudes Socialistas en Ejea alguno de los asuntos que se tratarán el fin de semana que viene en el Congreso regional del PSOE de la comunidad. Ha dicho que el partido debe debatir sobre la financiación, la despoblación, «el reparto justo y razonable de la riqueza, el estatuto de autonomía y el aragonesismo. «El PSOE debe proyectarse hacia el futuro como un partido fundamentalmente socialdemócrata y aragonesista», ha afirmado. También ha alabado a la organización juvenil del partido, que es la «más importante de la comunidad».