Todo parece igual, pero nada lo es. El lavado de cara y la reforma integral que atraviesa la nueva Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza avanza a velocidad de crucero y a finales del verano de 2022 las obras estarán entregadas. Los plazos se van a cumplir (la obra solo estuvo parada en los días obligados de marzo de 2020 por la pandemia) y en el segundo cuatrimestre del curso 2022-2023 se inaugurará ya con la presencia de alumnos.

El acceso seguirá siendo por la gran puerta principal, con sus escaleras características, y lo primero tras pasar el umbral volverá a ser el hall. Sin embargo, aunque se mantiene la esencia y algunos espacios del pasado, visualmente todo está empezando a cambiar en el interior. En estos momentos, una gran escalera helicoidal ya preside el centro del vestíbulo. Esta dará acceso a las diferentes plantas ya desde el mismo hall. Ahora la mole de cemento impresiona y tan solo le faltan los escalones como tal y los detalles estéticos para darla por terminada.

La escalera helicoidal, en el centro del hall de la facultad, ya está construida JAIME GALINDO

Tampoco está ya en el hall el mural cerámico de Ángel Grávalos, de gran valor, que se protegió al inicio de las obras y ahora ya ha sido retirado para su conservación. Será colocado en otro punto de la nueva facultad. Al fondo, y en el mismo lugar, se mantendrá el salón de actos, pero totalmente renovado. "Tanto para mí como para la consejera está obra tiene un componente especial. Ambos estudiamos aquí y durante años estuvimos muy preocupados porque el edificio se resquebrajaba", ha reconocido el presidente de Aragón, Javier Lambán, durante una visita.

En los pasillos ya se ven pulidas las paredes y un sinfín de cables cuelgan de los techos porque el sistema eléctrico ya está instalado en su base. Todavía está todo muy desnudo, pero nada que ver a la situación de hace unos meses. Los operarios siguen trabajando en las diferentes plantas del edificio central, mientras que en el antiguo pabellón de Filología los avances son todavía más perceptibles especialmente desde la calle. Una de las últimas construcciones es la gran pasarela que une los dos edificios, algo inexistente hasta ahora porque la facultad y el pabellón eran independiente.

La pasarela que conecta los dos edificios ya está terminada. JAIME GALINDO

La infraestructura del viejo pabellón, que será el edificio departamental que acogerá las sedes y despachos, subió como la espuma hace unos meses y ya empieza a parecerse más a esa estructura moderna, sostenible y eficiente que será. Lo mismo que la facultad como tal, algo que ya les ha valido el reconocimiento por parte de la agencia de certificación europea BREEAM. Esta ha dado una mención de "Muy Buena" cercano al "Excelente" para el conjunto de la edificación.

"Filosofía va a ser la envidia de toda la universidad y de todo Aragón, porque es un edificio casi único por las características de sostenibilidad que tiene", ha explicado el rector del campus público, José Antonio Mayoral. "Todas las energías que se van a captar van a ser renovables", ha añadido.