El actual modelo económico desarrollado desde la Revolución Industrial, que sigue un paradigma lineal basado en «extraer, producir y tirar», está dando síntomas de agotamiento y expone a nuestro planeta a problemas ambientales y sociales, como el cambio climático, la contaminación atmosférica, agotamiento de recursos naturales y la acumulación de residuos. Si además tenemos en cuenta el aumento de población previsto para las próximas décadas y el desarrollo de los países emergentes es evidente que el modelo actual no es sostenible y no podrá hacer frente a los retos medioambientales y climáticos a los que nos enfrentamos.

Frente a este modelo, la economía circular ha adquirido un interés creciente entre instituciones, empresas y sociedad, y se presenta como la respuesta necesaria para desvincular el crecimiento económico del consumo de recursos y del deterioro ambiental. Este nuevo modelo se está imponiendo como una nueva visión para conseguir un desarrollo que combina competitividad, innovación y sostenibilidad.

La compañía apuesta e impulsa la movilidad sostenible. ENDESA

Se trata de un nuevo modelo económico que aspira a realizar un uso más eficiente de los recursos, minimizando los que se consumen y reincorporando al proceso productivo los recursos aprovechables de los residuos. Contribuye con un nuevo enfoque, que satisface el respeto al medioambiente, al mismo tiempo que mantiene el desarrollo industrial y aporta beneficio económico.

La economía circular se basa en tres principios básicos: preservar el capital natural, evitando el consumo de recursos no renovables; mantener el valor de los productos y materiales el mayor tiempo posible; y minimizar la generación de residuos al diseñar productos que eviten la generación de los mismos.

Estrategia de Endesa

Endesa integra la economía circular a lo largo de toda la cadena de valor, y la visión incluye desde los aprovisionamientos hasta las soluciones finales para los clientes, pasando por la descarbonización de las centrales de generación de electricidad y la smartización de las redes de distribución. Un enfoque basado en recursos sostenibles (renovables, reutilizables y reciclables), en la maximización de la vida útil de bienes y productos y de su factor de uso, y en la valorización de los activos al final de su ciclo de vida.

La representación de esta visión en la estrategia de Endesa se basa en cinco pilares. Uno se apoya en los inputs circulares, a través del uso de fuentes renovables y recursos materiales reutilizados o reciclados en el mismo u otro sector de la economía. También destaca la extensión de la vida útil de los productos y activos, actuando sobre el diseño, posibilitando su reparación y facilitando un adecuado mantenimiento.

El tercer pilar hace referencia al producto como servicio en un nuevo modelo de negocio en el que se ofrece la contratación de un servicio en lugar de la venta de un producto como, por ejemplo, el coche compartido o renting de productos. También se establecen aplicaciones digitales para compartir activos, incrementando el factor de utilización de bienes y productos. Y un quinto pilar se centra en los nuevos ciclos de vida, con soluciones que preserven el valor de los activos y productos al llegar a su fin de vida y usarlos en nuevos ciclos por medio de la reutilización, regeneración o reciclaje.

Para Endesa trabajar en colaboración con los proveedores es un ámbito clave puesto. Que lo que se adquiera represente un componente importante de la circularidad por el gran impacto que tiene en el negocio. Desde esta perspectiva, la compañía ve a sus proveedores como aliados fundamentales en el proceso. «Hemos comenzado a trabajar en una estrategia de aprovisionamiento orientada a la compra de bienes, obras y servicios que tiene como objetivo minimizar y evitar los impactos ambientales negativos y la generación de residuos durante su ciclo de vida», indican.

Dron operando sobre unas líneas. ENDESA

El enfoque circular lo aplica también en las fases de proyecto y construcción de nuevas plantas, buscando siempre «cerrar el círculo» tanto desde la fase de diseño, considerando el ecodiseño de los materiales utilizados y criterios de construcción sostenible, como la utilización de energías renovables y el reciclaje de los materiales utilizados en la propia obra o el uso de vehículos eléctricos. También se han incorporado criterios de economía circular a la actividad de operación y mantenimiento, a través de iniciativas de reparación de grandes y pequeños componentes, creando una red de talleres que permite su recuperación y reutilización, extendiendo la vida de estos equipos y componentes.

Otro ejemplo es el enfoque que está poniendo en marcha la compañía en el proceso de cierre de las centrales de carbón. «Nuestra visión incluye el vector de la circularidad tanto por la reutilización del emplazamiento y las infraestructuras, buscando nuevas actividades de reindustrialización y de desarrollo de negocio en el territorio, como por el propio carácter circular del desmantelamiento en sí mismo», apuntan.

Respecto a las nuevas actividades, Endesa trata de aprovechar las posibilidades energéticas del emplazamiento siempre que sea posible. Y cuando no lo es busca alternativas de reindustrialización de terceros siempre con un enfoque de generar economía y empleo en el territorio.

Central Térmica de Andorra

En cuanto al desmantelamiento de las centrales, Endesa aplica los principios de la economía circular. En el caso del desmantelamiento de la Central Térmica de Andorra se ha implantado una serie de medidas y planes de acción con la finalidad de optimizar los recursos disponibles y garantizar la recuperación de materiales, equipos y componentes mediante su reutilización, reparación y valorización. Todas estas medidas quedan plasmadas en el Plan de Desmantelamiento Circular, que es de aplicación y obligado cumplimiento durante toda la ejecución de los trabajos.

Entre otras actuaciones incluidas en este proyecto se encuentra la reutilización de los equipos, componentes o materiales, ya sea de los almacenes o de la propia planta, a través del aprovechamiento interno para otras plantas del Grupo Enel o bien mediante la venta a terceros o donación a entidades culturales o educativas. También se hace hincapié en la posibilidad de proporcionar nuevos ciclos de vida a los materiales cuya vida no se puede extender, fijando unas tasas de valorización de residuos cercanas al 90%.

Dentro del compromiso de Endesa de extender la cultura de economía circular se han realizado proyectos de sensibilización y formación a sus empleados. En 2019 se realizó la campaña Plásticos Zero con el objetivo de reducir el consumo de plásticos de un solo uso en la compañía, y desde su implantación y hasta 2020 se han evitado la generación de 11,7 toneladas de residuos plásticos de un solo uso en las sedes.

Sesiones formativas

Durante 2021, Endesa ha realizado dos ediciones formativas en economía circular en colaboración con Campus Iberus, del que la Universidad de Zaragoza forma parte, llamada Academia Endesa de Economía Circular. Dicha formación se desarrolla durante más de 36 horas y 8 sesiones en cada una de sus ediciones y se ha impartido a más de 60 empleados de las distintas áreas de la compañía. Las ponencias de carácter académico impartidas por la universidad hacen un especial énfasis en el sector eléctrico y versan sobre modelos de negocio circular, la economía circular como ventaja competitiva, métricas de circularidad, valor compartido y la economía circular, análisis de ciclo de vida, gestión medioambiental, ecodiseño de producto, ciudades y territorios circulares, y legislación y estrategias globales.

Además de esta parte académica se incluyen intervenciones de expertos de la compañía y otras entidades o expertos externos en el ámbito de la economía circular en las que se da un enfoque más práctico a los conocimientos adquiridos.