Reducir los residuos plásticos que generamos dándoles una segunda vida es uno de los objetivos más importantes del siglo para lograr un medioambiente sostenible, sobre todo en los ecosistemas marinos. No obstante, la demanda de plásticos reciclados por parte de empresas y consumidores se encuentra muy por debajo de la de otros materiales, como el papel y el cartón, donde se lleva mucho más tiempo concienciando sobre los efectos de la deforestación. Así lo explica el gerente de Genepol, Javier Díaz-Tejeiro, que asegura que el aumento de esta demanda es «clave» para que el sector invierta y se desarrollen nuevos proyectos de investigación e innovación.

Desde su centro de operaciones en Escucha (Teruel), Genepol produce 1.200 toneladas al mes de plásticos reciclados, convirtiéndose en un referente de economía circular. El compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente forma parte del ADN de esta compañía de origen gallego afincada en Aragón desde 2013, donde cuenta con unas instalaciones de 11.000 metros cuadrados y una plantilla de 70 empleados.

Envases y embalajes, bolsas de film y plásticos agrícolas encuentran una segunda vida en la planta de procesamiento de Genepol –empresa reconocida por Ecoembes–, donde se fabrican polietilenos reciclados de baja densidad (LDPE) y combustible sólido recuperado, de los cuales el 60% se exporta a otros países, sobre todo de Europa.

Estos productos encuentran hoy en día distintas aplicaciones en el mercado. «En torno a un 90% se utiliza para hacer tuberías de riego y bolsas de basura, aunque actualmente se están desarrollando nuevos usos como mobiliario urbano o para mejorar el firme de carreteras», explica el gerente.

Beneficio ambiental

La inversión en I+D es indispensable para encontrar nuevas aplicaciones del plástico reciclado, con importantes beneficios medioambientales ya que por cada kilo de plástico reciclado se disminuye 1,5 kilos las emisiones de CO2. Para ello, «tiene que existir una demanda de las empresas y sobre todo de los ciudadanos», reitera Díaz-Tejeiro, que resalta que «la gente tiene que exigir en todo lo que pueda el uso de plásticos reciclados».

En los últimos años se ha notado un incremento de este interés, sobre todo después de la pandemia. «Las empresas están cada vez más concienciadas y esto va a permitir invertir e innovar en el sector en los próximos años», afirma el responsable. El objetivo de la industria es «llegar a reciclar cualquier tipo de plástico que se genere como residuo y desarrollar tecnologías que lo permitan». Algo que en Genepol tienen claro y se traduce en una apuesta constante por la innovación.

Debido a este aumento de la demanda, la empresa facturó en 2020 cerca de 10 millones de euros, dos millones más que antes de la pandemia. Además, Genepol planea invertir 4 millones de euros y crear 15 nuevos puestos de trabajo en su planta de Teruel en 2022 gracias al desarrollo de nuevos productos.