No se alcanzarán en la Gran Recogida de Alimentos 2021 que finalizó el pasado jueves las impresionantes cifras registradas el año pasado, cuando se lograron recaudar 828.000 euros que se tradujeron en 600.000 kilos de comida. La estimación para este año es más baja por una simple razón: el número de voluntarios ha bajado desde los 3.000 hasta los 1.900.

«Lo del año pasado fue espectacular, pero este año nos quedaremos lejos. Tendremos que analizarlo. Hay mucho cansancio y miedo a la crisis y es algo bastante generalizado en otras comunidades». Este es el resumen que manifiesta José Ignacio Alfaro, presidente de la Fundación Banco de Alimentos que año tras año organiza para estas fechas una de las acciones solidarias más subrayables del calendario. La edición «virtual» de este año comenzó el pasado 19 de noviembre y se dio por finalizada el jueves 25. «Ha habido muchas tiendas que se han quedado sin voluntarios», apunta Alfaro, quien no descarta un regreso al sistema tradicional de recogida después de este año.

Antes de la pandemia, la acción se llevaba a cabo recogiendo directamente los alimentos. Por motivos de prevención de contagios de covid-19, tras el confinamiento se decidió comenzar a recaudar dinero a través de vales en los cajeros de las tiendas adheridas a la iniciativa. El cambio dio resultados fulgurantes. «En 2020 marcamos un récord histórico con 600.000 kilos de comida. Con la recogida física, lo máximo a lo que llegamos fue a 455.000 kilos.», compara Alfaro. «Pero ahora quizás haya que volver al sistema tradicional, que llama más la atención tanto a donantes como a voluntarios», señala el presidente de la organización.

 24.000 personas atendidas

La Fundación Banco de Alimentos atiende solo en Zaragoza y provincia a un total de 24.000 personas a través de las 160 entidades sociales que se encargan de dotar de productos de primera necesidad a las personas vulnerables y que trabajan con esta organización. «Este año vamos a llegar a los cuatro millones de kilos a final de año. Y eso supone 17 toneladas de comida diarias», asevera José Ignacio Alfaro.

La cifra alienta algo de optimismo con respecto al año de la pandemia, pues la fundación atendía a más de 26.000 personas