Casado deja en el aire el trasvase del Ebro hacia cuencas "que lo necesitan"

El presidente del PP, Pablo Casado, no quiso perder la oportunidad de «pisar el barro» y llevarle la contraria al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitando uno de los territorios afectados por la riada en Zaragoza, en el barrio de Monzalbarba.

El líder del PP aprovechó su intervención en la clausura del XIV congreso del PP de Aragón para volver a abrir el debate sobre el pacto del agua y la necesidad de construir infraestructuras «tanto en las cuencas cedentes como en las cuencas que necesitan», señalando al presidente de Murcia, presente en el cónclave. En otras palabras, apenas días después de la riada del Ebro, dejó en el aire la propuesta del polémico trasvase del río a «cuencas deficitarias». Unas palabras que despiertan viejos fantasmas en una comunidad que se revolvió hace ya veinte años con manifestaciones masivas en contra de cualquier trasvase.

Pablo Casado reconoció que «la naturaleza no se puede controlar, pero los estragos sí se pueden atenuar». Por eso solicitó que se limpien los cauces de los ríos, «lo que los alcaldes saben que hace falta» y «que se consiga tener una política de agua común para toda España», considerando que la propuesta de los presidentes autonómicos del PP «era una buena idea, pero es más urgente ahora que hay fondos europeos».

Pidió al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que las promesas que ha hecho esta semana, durante su visita a Zaragoza, La Rioja y Navarra, «tengan resultados y se cumplan cuanto antes». 

Casado incidió en que es «muy lógico» decir que «Aragón necesita infraestructuras hidráulicas» para evitar este tipo de crecidas y almacenar el agua, insistiendo en la conveniencia de acometer ahora, con fondos de la UE, la construcción de infraestructuras donde hay inundaciones y sequías. Por otro lado, minutos antes, su secretario general, Teodoro García Egea, defendía en el congreso popular que «ser del PP es poner por delante los intereses de los vecinos a los del partido». 

El PSOE aragonés no perdió el tiempo para responderle. Darío Villagrasa, secretario de organización, calificó de «lamentable» sus declaraciones y consideró que apelar a la solidaridad de las cuencas cedentes demuestra «su desprecio y su poca sensibilidad hacia los vecinos afectados».