LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUTOVÍA MUDEJAR

El tramo de la A-23 Lanave-Sabiñánigo costará 96 millones

El ministerio somete a información pública el proyecto antes de sacar la obra a licitación. En 8,7 kilómetros se harán cinco viaductos, un enlace con Ipiés y otro al final del tramo

La popular panadería de Lanave, junto a la N-330, donde dará comienzo el tramo que conectará con Sabiñánigo.

La popular panadería de Lanave, junto a la N-330, donde dará comienzo el tramo que conectará con Sabiñánigo. / ANGEL DE CASTRO

David López

David López

La conexión de la A-23 con Sabiñánigo está, desde este jueves, un poco más cerca. El último tramo que sigue como carretera convencional en el trazado de la autovía Mudéjar hasta llegar a la cabecera de comarca del Alto Gállego corresponde a los 8,7 kilómetros que le separan de Lanave, donde esta se interrumpe desde que se estrenó el último tramo del paso por el alto de Monrepós, desde Caldearenas. Ahora e l Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ya ha aprobado provisionalmente el proyecto que va a someter a información pública en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para su construcción y ha puesto precio estimado al coste que tendrá ejecutarlo. Un presupuesto previsto de las obras que asciende a 96,3 millones de euros.

En todo el recorrido previsto para la autovía Mudéjar, entre Sagunto (en Valencia) y el túnel transfronterizo de Somport, estos 8,7 kilómetros forman parte de los más de 38 que faltan por ejecutar para verla totalmente finalizada, 19,4 si se restan los 19 que separan a Jaca de Somport y de los 16,3 que permitirán llegar por autovía hasta Jaca. Aunque en 2023 está previsto que finalicen los 7,6 kilómetros que ya se están construyendo para completar la variante este-oeste de Sabiñánigo. De ahí la importancia de estos 8,7 kilómetros entre Lanave y la cabecera del Alto Gállego para el que ya hay propuesta técnica para desdoblar la calzada actual y sacar el tráfico de localidades como Hostal de Ipiés. La relevancia de una exposición pública que es previa a la ansiada licitación y adjudicación de unas obras posteriores a las alegaciones que pueda recibir en el plazo que ahora se abre.

Así es el proyecto

La A-23 está finalizada hasta Lanave, en la cara norte del puerto de Monrepós, y ya cuenta con un total de 394 kilómetros, que desembocan en el «cuello de botella» que representa la conexión con la N-330 y que, con frecuencia, se traduce en retenciones de tráfico durante la temporada de esquí, cada verano y en muchos festivos.

El futuro tramo Lanave-Sabiñánigo Sur conectará con los 2,5 kilómetros ya en servicio de la circunvalación al sur de la cabecera del Alto Gállego en dirección a Jaca. Ahora se sabe que la calzada de esos 8,7 kilómetros desde Lanave será de nueva construcción, que la N-330 quedará como vía de servicio y se ejecutará un nuevo enlace en Ipiés y un semienlace en Sabiñánigo Sur.

En el trazado se construirán dos viaductos sobre el río Gállego, de 270 y 183 metros, respectivamente; otros dos sobre el canal de Jabarrella, de 120 y 147 metros; y otro sobre el barranco de Fanlo, de 69 metros de longitud. Además, se disponen cuatro pasos bajo la autovía, dos pasos sobre ella y hasta 920 metros de muros.