El Ayuntamiento de Zaragoza ha vuelto a recurrir a los fondos europeos para tratar de recuperar alguno de los proyectos para la ciudad que siguen pendientes o guardados en un cajón. En este caso se trata de tres actuaciones que tienen que ver con la infraestructura verde de la capital aragonesa y que buscan «renaturalizar» algunos entornos con cargo a Bruselas. En concreto, las subvenciones pedidas pretenden servir para acometer mejoras en la ribera del Canal Imperial a su paso por el Cámping de Zaragoza, en la zona de los antiguos invernaderos de Sopesens, junto al Huerva, y en el párking sur de la Expo. La información la adelantó este diario hace algunas semanas y ahora el consistorio ha confirmado que se trata de tres actuaciones en el marco de El Bosque de los Zaragozanos.

Las peticiones de fondos se hacen ahora a la Fundación Biodiversidad en el marco del Plan nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la estrategia española que distribuye los fondos europeos. En total, los tres proyectos de la capital aragonesa están valorados en 3.190.732,24 euros, a los que habría que sumar unos 108.000 euros que costaría contratar, durante tres años, a un ingeniero técnico agrónomo o forestal. Zaragoza aspira a llevarse la subvención máxima de 4 millones de euros si bien, las bases de la convocatoria establecen que las ayudas no pueden sufragar más del 95% de lo presupuestado.

El más caro de los tres proyectos que quiere llevar a cabo Zaragoza es el de la transformación del párking sur de la Expo, que está junto al barrio de La Almozara (y en el que se instala el rastro y el mercado ambulante). En esta ubicación se pretende desmontar la zona oeste del aparcamiento para que la naturaleza «recupere su espacio», retirando el asfalto y transformando el entorno en un bosque junto al río Ebro y frente al meandro de Ranillas. En total se prevé actuar sobre 73.534 metros cuadrados de los 200.000 que expropió el ayuntamiento en su momento para poder crear plazas de estacionamiento de cara a la Exposición Universal del Agua. El precio base de la licitación para ejecutar las obras asciende hasta los casi 1,8 millones de euros con IVA.

Recreación de cómo quedarán los campos del Canal tras la actuación para renaturalizar este espacio. AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

El segundo proyecto más importante por su coste es el que se pretende llevar a cabo en la margen derecha del Canal junto a la entrada de cámping municipal, en el entorno de la calle San Juan Bautista de La Salle. Costará 1.571.076,39 euros y se buscará restaurar «un espacio degradado» creando una zona húmeda pero intentando que el impacto paisajístico sea mínimo. Se empleará solo flora local para restituir el ecosistema inicial, para lo que también se regenerarán una serie de láminas de agua a modo de lagunas seminaturales. En definitiva, el presente proyecto propone la restauración de esta zona, «completamente degradada en la actualidad» –reza el expediente de la petición de fondos–, y convertirla en un «núcleo de biodiversidad para la fauna y la flora que pueda ser visitado por los zaragozanos».

La explanada de los antiguos viveros de Sopesens es una de las áreas en las que se quiere actuar. ÁNGEL DE CASTRO

Por último, el consistorio quiere regenerar más de 300 metros de la ribera del Huerva: el tramo que va desde el puente de los Cantautores (que sirve de entrada al Parque Grande) hasta los antiguos invernaderos de Sopesens. Aquí, con casi 800.000 euros, se pretende crear una nueva zona verde que pueda ser transitada por los vecinos de la ciudad y, al mismo tiempo, recuperar el paisaje de un entorno degradado.

Si Zaragoza se lleva finalmente estos fondos, los proyectos tendrán que estar acabados antes del 31 de diciembre de 2025. El consistorio no se ha presentado solo a esta convocatoria, sino que lo hace de forma conjunta con la Fundación Conama, la Fundación Ecodes, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza y Seo Birdlife. El éxito o fracaso de las aspiraciones de la capital aragonesa dependerán del resto de proyectos que presenten otras ciudades, puesto que los ganadores de la subvención se decidirán por concurrencia competitiva.