El renting, como uno de los sectores de la movilidad abanderado de la sostenibilidad, trabaja incansablemente por reducir la huella ecológica. Lo hace a través de una flota de vehículos donde prima cada vez más la electrificación.

En efecto, el ADN del sector está marcado por una sensibilidad medioambiental que ha propiciado el compromiso de las flotas y el impulso decidido hacia la movilidad sostenible. En la actualidad, más del 20% de la flota de renting ya es propulsada por energías más limpias, de hecho, según la AER, el mercado del renting emite tres gramos de CO2 menos que el resto del parque de automóviles. 

Una opción de futuro inteligente

A la luz de estos datos, el renting se postula como una opción de presente y futuro en electromovilidad sostenible e inteligente. Como agente activo del cambio, además de la implementación de servicios encaminados en esta dirección, las compañías de renting trabajan activamente en la investigación de nuevas vías y alianzas que aceleren los cambios.

En este sentido, empresas como ALD Automotive van a impulsar el cambio hacia vehículos de bajas emisiones: su Plan Move 2025 prevé que de aquí a tres años los vehículos eléctricos supongan un 30% de sus entregas de automóviles nuevos; una cifra que ascenderá al 50% en 2030. Con este plan estratégico, ALD espera que las emisiones medias de CO2 por vehículo para los nuevos contratos en 2025 sean al menos un 40% inferiores a las de 2019.

Alianzas y trabajo conjunto

Para el cumplimiento de todos estos retos, ALD trabaja de la mano con la Administración y las instituciones privadas. En este sentido, apuesta por integrar a los proveedores en la estrategia de sostenibilidad y por cerrar acuerdos con fabricantes punteros en electromovilidad. En los últimos años, la compañía ha sellado alianzas con marcas como Ford, Smart, Tesla o LYNK&CO.

A través de estos compromisos, los conductores pueden acceder a vehículos eléctricos, híbridos o con motores más eficientes sin la necesidad de realizar un desembolso económico importante.

Ello ha propiciado la popularización de esta fórmula de movilidad entre toda la población, ya no solo en el ámbito empresarial, sino también a nivel particular. Este hecho ha contribuido a la expansión del renting en todo su concepto, con la búsqueda de nuevos servicios y nuevas vías de movilidad más acordes a las necesidades y demandas por la sociedad. 

Parece claro que la sostenibilidad es uno de los objetivos prioritarios en nuestros días. Más aún en el sector de la automoción y, en concreto, en la industria del renting, donde el compromiso con la seguridad vial impulsa flotas a la vanguardia tecnológica y medioambiental, asequibles para todos los públicos. Por eso, el renting se posiciona como motor de la sostenibilidad, consagrando a la electromovilidad inteligente como una apuesta del presente y una opción para el futuro.