Irene vive en Zaragoza y tiene 18 años. Desde hace un tiempo participa en los talleres de Aspade, un centro de atención psicológica sin ánimo de lucro dirigido a jóvenes y adolescentes de Zaragoza, enmarcado en el programa Actividades socio pedagógicas para adolescentes con dificultades evolutivas (Aspade), que da nombre al centro y que promueve la Asociación Aragonesa para la Investigación Psíquica del niño y el adolescente.

Llegó a Aspade tras una época de depresión, ansiedad, autolesiones e intento de suicidio. Lo hizo con «muchísimas ganas», cuenta a este diario, porque «después de nueve ingresos en los hospitales y ver que ninguno me había servido, tenía muchas esperanzas de que aquí fuera a mejorar».

Los trabajos con los psicólogos y psiquiatras del centro le han ayudado «bastante» en su relación con sus padres, a «volver a mi vida de siempre, a estar con mis compañeros, etc». Sobre todo con papá, como ella le llama, puesto que «él antes no entendía por qué me autolesionaba o por qué actuaba de determinada manera»; pero él también acude a alguna terapia en Aspade y «lo empieza a entender, por lo que estoy bastante orgullosa», asegura. También con mamá porque «ha vuelto a trabajar y yo estoy empezando a ser más autónoma, vengo sola al centro y me siento más libre».

La directora de Aspade y psiquiatra infanto juvenil, Elizabeth Palacios, señala que «todos los casos de adolescentes» que van al centro, tienen que ver «con que no han entrado en el proceso adolescente», no saben cómo pasar de esa identidad infantil a la adulta, se produce «una debacle en el proceso adolescente, que supone estar en grupo, tolerar su sexualidad, etc».

Para Irene Aspade está siendo «de gran ayuda» y "tienen mucha paciencia conmigo», dice. Es un sitio en el que «puedo expresar mis sentimientos. Las actividades me ayudan a respirar, a relacionarme, a expresarme, a no rendirme, a tener la cabeza ocupada», enumera. En cuanto al futuro, asegura que le pueden ayudar a «estudiar y a quitarme la fobia al instituto y conseguir ser profesora de Infantil, que es lo que quiero», concluye antes de recordar que la importancia de Rogelio, la mascota; y que «nos encanta comer galletas».

El centro se ubica en la sede de la asociación Yacarandar (calle Pedro Arnal Cavero, de Zaragoza; teléfono, 976298709).