Para la gran mayoría de ellos hoy ha sido la primera vez que pisan la calle después de dos semanas de aislamiento voluntario. Contagiarse de covid habría supuesto para ellos no poder presentarse a las pruebas que llevan como mínimo preparando desde hace un año y medio. Por ello, algunos incluso decidieron pasar estos días aislados incluso de sus propias familias.

En total en Aragón han sido 1.122 los alumnos que se han presentado a las pruebas para optar a una plaza en las especialidades de Medicina, Enfermería, Psicología, Farmacia, Física o Biología.

Mucho antes de poder acceder a las aulas de examen, los estudiantes y sus familiares comenzaban a congregarse en la explanada frente a la facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, centro donde se realizan las pruebas. Allí, se vivieron reencuentros de antiguos compañeros de clase y no faltaron las palabras de ánimo para calmar los nervios de los futuros sanitarios.

A las puertas de la facultad la mayoría coincidía en un único deseo, «que termine ya». «Ahora mismo solo pienso en que pase el examen y poder dedicarme a no hacer nada», apuntaba Teresa Rueda mientras espera para acceder al examen. «Que las preguntas sean justas y acordes a lo que hemos estudiado y luego, pues ya veremos», añadía Manu Martínez.

Sin alternativa

La mayoría de los que se examina hoy se han mostrado muy descontentos con la labor del Ministerio de Sanidad. «Los simulacros que hacíamos cada sábado los suspendieron y si nos contagiábamos, que al final es algo que puede pasar, su solución es que no podemos venir», añade Rueda. «Es una vergüenza, la gente va a votar con covid, se les retrasa la selectividad y para nosotros, que el que menos lleva un año y medio estudiando, no hay alternativa», explica Andrea, otra de las jóvenes que se presenta a la prueba. Durante estos últimos meses asegura que su vida ha consistido en «madrugar mucho y estudiar unas 11 o 12 horas diarias». «Estamos viendo incongruencias, se pueden celebrar eventos que son mucho más multitudinarios que esto. El ministerio no está defendiendo a sus futuros sanitarios», comenta Pablo .

Ninguno de los allí presentes conocía ningún caso positivo, los jóvenes han apuntado que, seguramente, «nadie se haya hecho un test estos días» porque el riesgo de dar positivo supondría tener que esperar un año más.

Los estudiantes han preferido no hacer previsiones . «El examen dirá, cuando vea los resultados empezaremos a hablar de especialidades», comentaba Pedro. Para la mayoría la duda era qué hacer después de examen. «No me decido entre salir o irme a dormir», comentaba Andrea. Otros no sabían cuáles eran las restricciones: «queremos salir pero no sabemos a qué hora cierran las discotecas», aseguraba Irene. En lo que coincidieron fue en las ganas de recuperar sus vidas tras los meses de estudio.