Alrededor de 3.000 personas en Aragón se beneficiarán de un proyecto piloto que tiene como objetivo favorecer la igualdad, luchar contra la pobreza y lograr la inclusión social de personas y colectivos vulnerables a través de formación, orientación para que abandone la situación de exclusión. Esta experiencia que se pondrá en marcha este mismo año gracias a un convenio con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, contará con una inversión de 7,4 millones de euros en Aragón (la firma ha implicado también a otras siete comunidades) procedentes de los fondos europeos. Una de las novedades de la iniciativa es que el resultado se podrá evaluar y tener un diagnóstico acerca de las intervenciones llevadas a cabo en 2024. “Se trata de obtener resultados de verdadera inclusión”, han asegurado durante la presentación María Victoria Broto, consejera de Ciudadanía del Gobierno de Aragón; y Noelia Carbó, directora del Instituto Aragonés de Servicios Sociales.

El departamento convocará “de manera inmediata” las subvenciones, a las que podrán optar tanto entidades locales como sociales, a las que “primero hay que dárselas a conocer” para así concretar medidas “dependiendo de las necesidades del territorio, que marcarán cómo y donde hay que trabajar”.

Los beneficiarios serán aquella población vulnerable que recibe el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) pero también aquellos que estando en “situación de riesgo” no reciben estas rentas, ha explicado Carbó. El programa prevé dos tipos de itinerarios, uno que incluye proyectos comunitarios, centrados en colectivos o territorio; y el segundo, personalizados.

En cuanto al colectivo está destinado a la “integración social de personas de riesgo” en determinadas áreas territoriales, que promoverán y serán gestionadas por entidades locales o comarcales. Se desarrollarán trabajos de participación, interlocución, “mejora de la convivencia vecinal”, así como el correcto acceso a la educación o la sanidad”, ha señalado Carbó. Este segmento llegará a alrededor de mil beneficiarios directos, pero “tendrán repercusión en todo el área” de convivencia.

El segundo proyecto estará más centrado en la persona, ya que serán individuales y partirán de entidades sociales sin ánimo de lucro, que son las que “mejor conocen cada caso concreto” e incluirán medidas formativas, educativas, de acompañamiento o inserción, “en función de las necesidades” de la persona. En este caso los beneficiarios directos serán alrededor de 2.000.

Los equipos que participarán el el diseño y la puesta en marcha de estos proyectos serán “heterogéneos”, ha señalado Carbó, ya que incluirán educadores, trabajadores sociales, orientadores o psicólogos”.

La consejera de Ciudadanía ha asegurado que la comunidad “no es una de las que tiene un alta tasa de desigualdad”, paliada por la renta mínima aragonesa y por esas “herramientas” que permiten que termine esa situación de exclusión social

La directora del IASS ha reconocido que este trabajo permitirá “establecer modelos” y posteriormente “evaluar el impacto de esas actuaciones” para determinar hacia dónde debe ir el futuro Servicio Público de Aragonés de Inclusión Social, cuyo desarrollo está recogido en el decreto que regula la Prestación Aragonesa Complementaria.

Por su parte, la consejera de Ciudadanía ha recordado que la lucha contra la pobreza “ha sido y es un eje prioritario para el Gobierno de Aragón” y reconocido que la comunidad “no es una de las que tiene un alta tasa de desigualdad”, paliada por la renta mínima aragonesa y por esas “herramientas” que permiten que termine esa situación de exclusión social.

En este sentido, precisó que en Aragón en 2020 alrededor de 33.000 personas abandonaron la situación de pobreza. Y a finales de enero de este año, eran alrededor de 8.861 aragoneses los que recibían el Ingreso Mínimo vital, que beneficia a 23.168 personas; 2.477 cobran la prestación aragonesa complementaria; y 38 la renta aragonesa concedida a aquellos que “tienen derecho pero no están reconocidas con el IMV.