Todos los municipios tienen el reto de prestar a los ciudadanos unos servicios de calidad. Además, deben promover iniciativas que impulsen aspectos de la sociedad y su desarrollo.

Esto, unido al paradigma social en el que nos encontramos, demuestra que la sostenibilidad y la digitalización se han convertido en pilares fundamentales para optimizar procesos y anticiparse a las necesidades de los municipios. Así pues, las nuevas tecnologías protagonizan esta transformación que ya impacta en el modelo de servicios, en la mano de obra y en la relación con los ciudadanos.

La experiencia de Aquara, empresa que gestiona el ciclo integral y sostenible del agua en más de 20 municipios de Aragón y da servicio a más de 700.000 personas, es, según su gerente, José Ignacio Heredero, la de «trabajar en materia de innovación tecnológica y transformación digital del agua, para modernizar el sector y asegurar la disponibilidad del recurso hídrico». 

Heredero puso algunos ejemplos reales de innovación implantados por Aquara que han permitido «controlar en tiempo real la gestión del ciclo urbano del agua» y la «interpretación de datos».

Sin embargo, modernizar los servicios es una responsabilidad que los ayuntamientos muchas veces no pueden cubrir, a pesar del esfuerzo de las diputaciones. 

Es por ello que, para Heredero, «la colaboración público-privada juega un papel fundamental, puesto que la cooperación entre empresas y centros de investigación es clave para poder desarrollar proyectos que permitan a los ayuntamientos una gestión eficiente de los servicios y del tejido productivo». Esto posibilita que los municipios cuenten con tecnologías avanzadas, «para ser más eficaces y satisfacer la demanda de los servicios ciudadanos, sin dejar a nadie atrás».