La Asociación de las Industrias de la Alimentación de Aragón ( AIAA) reclama al Gobierno central que se adopten medidas urgentes e inmediatas para acabar con el paro de los transportistas y que garanticen el funcionamiento de las industrias alimentarias tanto en su abastecimiento de materias primas y suministros, como en la entrega de alimentos a los puntos de venta.

En un comunicado, piden ampliar la protección de las fuerzas de seguridad y garantizar la actividad de todos los operadores de la cadena agroalimentaria porque "si la situación no se reconduce en los próximos días y no se garantiza el transporte de alimentos, se pueden producir en el corto plazo problemas de abastecimiento a los mercados", insisten.

Urgen soluciones

Ante esa situación, la AIAA solicita la adopción de medidas de manera inmediata que vayan dirigidas a reducir los elevados costes de producción que las empresas alimentarias vienen soportando desde hace meses; medidas dirigidas a reducir los impuestos que se aplican a los carburantes y a la reducción de los costes de la energía.

Unas medidas que también son necesarias, afirman, para asegurar la competitividad respecto de empresas de otros países europeos y para aliviar la grave situación en la que se encuentran las empresas del sector.

Desde la industria alimentaria aragonesa se considera necesario insistir en la "insostenible situación en la que se está viendo inmersa este sector" en cuanto a elevación de costes energéticos y de materias primas, de todo tipo de suministros, y que "se está viendo agravada con los efectos de la guerra en Ucrania y la huelga del transporte".

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Una situación que confirman está afectando "muy gravemente a la competitividad" de las empresas del sector y puede derivar "en consecuencias graves" que afecten a su capacidad para elaborar y proveer de alimentos a la sociedad en el medio plazo.

A pesar de las enormes dificultades, desde AIAA se quiere resaltar el enorme esfuerzo que las empresas agroalimentarias vienen realizando en esta difícil coyuntura durante los últimos meses para no alimentar la espiral inflacionista a la que sus procesos productivos se están viendo abocados, y para hacer llegar sus productos a los mercados.