Leticia Ahumada, profesora y divulgadora de las virtudes del Minecraft como herramienta educativa, participa como ponente en la jornada Videojuegos. Un pluriverso donde todo el mundo cabe, que la Fundación Seminario de Investigación para la paz organiza este sábado por la mañana. Se puede seguir ‘online’ o presencialmente (paseo Constitución 6, Zaragoza), desde las 10.00 horas.

¿Educación y videojuegos no son antónimos?

Realmente ese es el mito que estamos intentando romper. Si digo que se puede aprender jugando no suena tan raro, todos hemos aprendido así, pero con un videojuego, la cosa cambia. Jornadas como esta ayudan a acabar con este estigma.

Usted utiliza el videojuego ‘Minecraft’ como herramienta, que incluso tiene una versión educativa específica. ¿Para qué le resulta útil?

Minecraft lo creó una pequeña empresa a la que se lo compró Microsoft, y al hacerlo descubrió que ya se usaba en un montón de colegios, digamos que la versión normal. Así que creó la educativa, con más apoyo para los docentes y con la que se puede controlar mejor lo que pasa en el aula. Yo la uso para enseñar programación, algo que por ahora se está haciendo más en colegios privados, pero que la nueva ley educativa, la Lomloe, ya lo fija como objetivo en la Primaria en general. Así que hay que ir buscando alternativas.

¿Qué ventajas educativas le da el uso de este videojuego?

Su mayor poder es la capacidad inmersiva. Tú puedes hacer, por ejemplo, una actividad de roleplay (juego de rol) de la Edad Media, disfrazándote y actuando. Pero en el juego puedes construir un castillo, vivir en él, cultivar, desarrollar relaciones feudales... O por ejemplo puedes viajar al desierto, lo que en una excursión en Primaria sería imposible... Eso no te lo permite ningún otro juego, pero Minecraft, en su simplicidad de un mundo cúbico, sí. Y luego se pueden hacer maravillas como lo que está haciendo Maricarmen (Gascón, coordinadora del encuentro de hoy) con el Seminario. 

Imagen de Minecraft con la tabla periódica de los elementos. Servicio especial

¿En qué consiste?

Están recreando la Quinta del Sordo de Goya. Esto lo puedes hacer con plastilina, pero en el juego la construyes, con asesoramiento de arquitectos y expertos. La gente más mayor puede pensar que eso no tiene valor, pero para los estudiantes este mundo forma parte de su realidad. Estoy segura de que esos alumnos no van a olvidar el proyecto, sabrán dónde están las obras porque prácticamente las han puesto ellos. Yo siempre les digo a los alumnos que ellos son los que crean.

Pero alguna supervisión habrá...

Claro, los videojuegos por sí mismos no enseñan, el alumno no es consciente de que está aprendiendo si no se lo dices y le guías. Un niño jugando a Minecraft en casa puede que aprenda algo de control, gestión... pero con guía, aprovechará más los conocimientos.

¿No se fijan peor los conocimientos por este sistema?

Hay estudios sobre asimilación del conocimiento que reflejan cómo al jugar en casa, los alumnos están viendo, pero en clase están haciendo, sinápticamente se activan otras rutas y memorizan mejor.

El programa de la jornada.

¿Los padres llevan bien que los hijos también jueguen a videojuegos en el colegio?

Todos los niños de 9 años a los que doy clase ya han jugado a algún videojuego, pero nadie les ha educado en cómo hacerlo (no hablar con desconocidos en el chat, por ejemplo), y los padres no tienen herramientas para hacerlo, así que lo agradecen. Siempre hay alguno preocupado por las horas que pasan en el ordenador, pero yo no les mando deberes, no tienen por qué jugar en casa. Intentamos fijar un plan de uso.

Y sus compañeros profesores, ¿se interesan por la iniciativa?

Doy talleres de capacitación, y aunque hay muchos que no creen en la utilidad del videojuego, porque además aún hay pocos estudios en los que apoyarse, la mayoría no se niega a usarlo. Se aprende a jugar en una o dos horas (es muy intuitivo, por algo es el juego más vendido), pero la faceta del profesor no es jugar, es guiar. En cualquier caso las capacitaciones van en aumento cada año, hay cada vez más interés por esta metodología. Sobre todo hay que pensar que no hay que usarlo para todo, solo cuando aporte un valor añadido.