INDUSTRIA AERONÁUTICA Y AEROESPACIAL EN ARAGÓN

El aeropuerto de Teruel recibe 55 millones en inversiones en sus casi 10 años de vida

La terminal, que se halla en continuo crecimiento, da empleo a 350 personas

Vista aérea del Aeropuerto de Teruel, con los aviones estacionados en sus extensas campas.

Vista aérea del Aeropuerto de Teruel, con los aviones estacionados en sus extensas campas. / GOBIERNO DE ARAGÓN

F. V.

Desde su entrada en funcionamiento hace ya cerca de diez años, el Aeropuerto de Teruel, clave en la dinamización económica del sur de Aragón, ha recibido, a través del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), en torno a 55 millones de euros. La obra original costó unos 38 millones que se distribuyeron entre las pistas, la plataforma industrial y edificios de servicios, señala Alejandro Ibrahim, que en septiembre cumplirá una década al frente de la infraestructura aeroportuaria, única en su género de España y la mayor del continente europeo. 

Desde su apertura se han realizado numerosas intervenciones, como obras de pavimentación, campas y hangares. Y en la actualidad está en construcción el hangar para el avión A380, con capacidad para dos aeronaves, que alcanzará un coste situado en torno a los 20 millones.

Asimismo está prevista la instalación de la empresa Eco Oil de reciclado de plásticos. Por otro lado, está en marcha el proceso para levantar una nave de 2.000 metros cuadrados, mientras que el hangar de pintura se está utilizando para mantenimiento a través de Tarmac inicialmente.

Aviones estacionados en las  instalaciones del Aeropuerto de Teruel.

Aviones estacionados en las instalaciones del Aeropuerto de Teruel. / ANGEL DE CASTRO

Llegar a los 400 aviones estacionados

El aeropuerto es sede de otras empresas del sector aeronáutico, como BP Oil España, Delsat Aeronautics y PLD Space, al margen de las empresas de pilotos que, aunque sin base permanente, sí operan desde la terminal de Caudé.

Todo este grupo de compañías ha dado empleo por ahora a unas 350 personas, repartidos entre las empresas permanentes, a lo que hay que añadir los operarios que trabajan en las obras de ampliación.

 «Cuando llegué se había terminado la ejecución de la obra, estaba la pista y algunas infraestructuras, como el parque de bomberos y la central eléctrica», señala Ibrahim, retrocediendo casi una década en el tiempo.

«No somos una chatarrería, como se decía despectivamente y por desconocimiento, dado que la gran mayoría de las aeronaves vuelven a volar en cuanto las necesitan las compañías propietarias»

En la actualidad, tras las últimas expropiaciones, el aeropuerto turolense cuenta con 550 hectáreas, de las que 190 proceden de un Plan de Interés General de Aragón (PIGA). Esta iniciativa, tras conseguir los terrenos, se halla en proceso de tramitación medioambiental y de redacción del proyecto.

Cuando la ampliación esté terminada, las distintas campas podrán acoger un total de 400 aviones, lo que supondrá un gran salto cuantitativo, dado que en la actualidad se hallan estacionadas 120 aeronaves. Todas ellas permanecen aparcadas un tiempo más o menos largo en el aeropuerto y, aproximadamente, un 10% de las mismas se desmantelan.

Obras de ampliación en el recinto de la terminal aeroportuaria.

Obras de ampliación en el recinto de la terminal aeroportuaria. / ANGEL DE CASTRO

Un gran margen de expansión

«No somos una chatarrería, como se decía despectivamente y por desconocimiento, dado que la gran mayoría de las aeronaves vuelven a volar en cuanto las necesitan las compañías propietarias», subraya el máximo responsable de la instalación aeronáutica. 

En realidad, la terminal aérea realiza sobre todo una función de estacionamiento de aviones, así como labores de mantenimiento y preservación o conservación temporal de los aparatos que se le encomienda.

Recientemente, en febrero, terminaron unas obras de ampliación que han creado espacio para otros 50 aviones. De forma que en los próximos meses la capacidad se situará en unos 180 aparatos.

Además, el Aeropuerto de Teruel, levantado sobre el antiguo aeródromo militar de Caudé, se halla en una meseta en la que existe un gran margen de expansión. Esta circunstancia, explica Ibrahim, garantizará la potenciación de la actividad.

Los aviones estacionados a las afueras de Teruel, en una meseta a gran altura, constituyen ya un hito en el paisaje que se divisa desde la autovía A-23.

Como 185 campos de fútbol

Hay que tener en cuenta que el aeropuerto cuenta con una superficie de estacionamiento equivalente a 185 campos de fútbol. La pista de vuelo, con una longitud de 2,8 kilómetros, posee una anchura total de 60 metros. Asimismo, la plataforma de aeronave abarca una superficie de 108.800 metros cuadrados.

De gran importancia resulta la denominada zona industrial, dotada de 620.000 metros cuadrados y un hangar para dos Airbus A380.

En la campa se hallan aeronaves de grandes dimensiones en las que se realizan tareas de mantenimiento.

Aspecto de una de las campas. / ANGEL DE CASTRO

De gran interés son igualmente el área de aviación ejecutiva, dotada de escuelas de aviación, y los hangares de mantenimiento, que actualmente son utilizados, en calidad de concesión administrativa, a la empresa Tarmac Aragón.

Por otro lado, la zona de hangares posee una capacidad de ampliación de 40.000 metros cuadrados, con 13 hangares de 625 metros cuadrados y otros dos de 6.400 metros cuadrados.

Asimismo, la instalación aeroportuaria dispone de una zona para helicópteros, con una plataforma de 2.750 metros, y de un área de reciclado que se emplea para el desmantelamiento de aeronaves y que cuenta con un espacio de 12.000 metros cuadrados.

A todo ello hay que añadir la propia terminal, con servicio de restauración, parquin de 150 plazas, oficina y aduana. Así como el área de combustible, que tiene una capacidad de 280.000 litros y de jet A1 y 10.000 litros de avgas (gasolina de aviación). Finalmente, destaca entre su oferta de servicios un banco de pruebas de motores de cohetes con combustible líquido. 

En algunas aeronaves se realizan tareas de mantenimiento.

En algunas aeronaves se realizan tareas de mantenimiento. / ANGEL DE CASTRO

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