La mejor forma de concienciar sobre la posibilidad de que una empresa sufra un ciberataque es mostrando un caso real de alguien que ya haya vivido en sus propios servidores uno de estos delitos cibernéticos.
En 2019, Enrique Villaverde, director general de la empresa Magablok, empezó a notar que la red funcionaba más lenta. «Nosotros lo achacábamos a que había más personal, decidimos ampliar el ancho de banda y no notamos ningún cambio, seguía siendo igual de lento», explicaba este jueves el responsable de la empresa zaragozana.
Fue más tarde a principios de 2020 después de asistir a una conferencia sobre seguridad empresarial cuando el ejecutivo tomó la decisión de llevar a cabo un análisis de sus sistemas. «Vino un técnico y al día siguiente ya me estaba llamando para decirme que cada hora estábamos recibiendo más de 100 ataques», ha asegurado Villaverde, «Nos llegaron a suplantar las facturas y las enviaban a los clientes pero con números de cuenta y datos distintos», ha añadido el empresario.
La solución llegó enseguida a través de filtros en el correo electrónico y filtros en las redes individuales. «En unos pocos meses todo había vuelto a la normalidad y pudimos volver a nuestro trabajo sin preocupación», ha concluidoVillaverde.
