En Aragón viven 280.000 aragoneses mayores de 65 años y de ellos, 78.000 viven solos. Si el 5% dedicara el 5% de su tiempo libre a acción social se generarían un millón de horas de voluntariado. Y eso es lo que van a hacer doce mayores: María Carmen Caballero, María Josefa Muniesa, María José Barranco, José Ramón García de la Chica, Josefa Navarro, María Fe Chamarro, Míriam Espinosa, María Pilar Sisamón, María Dolores Cebollada, Manuel García Arias y María Luisa Cortés han decidido apuntarse a los talleres de mediación digital que tienen como objetivo redefinir el “rol de la persona mayor”, según ha dicho Raúl Oliván, director de Gobierno Abierto del Gobierno de Aragón.
Este equipo de mayores forma parte de La compañía, un grupo que ha sido presentado eta mañana por Oliván, Maite Ortín, gerente de Aragonesa de Servicios Telemáticos (AST); el secretario general técnico del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, José Antonio Jiménez, y la consejera de Ciencia y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, coincidiendo con el Día Mundial de Internet.
La idea es “romper brechas”, fomentar “competencias digitales y dar herramientas para facilitar acceso a internet. Una de ellas se denomina Entre Pantallas y constará de unos talleres de iniciación, que se celebrarán en cinco sesiones durante dos horas, a partir del 31 de mayo. Ahí, los participantes conocerán para qué se pueden utilizar los móviles, cómo se busca información y para que nos pueden servir las aplicaciones. “No hay que tener miedo” a las nuevas tecnologías, ha dicho Ortín, porque “se enseñará a reconocer cuando nos intentan estafar”.
La segunda de las será de formación de esos doce mediadores, a través de 16 sesiones de tres horas cada uno que comienzan este mes y que durarán hasta diciembre. Cada sesión será temática y servirá para “aprender” y también para convertirse en “un espacio de debate” y su objetivo es “formar mayores para crear una red que ayude a otros mayores”. Estos mediadores aprenderán contenido avanzado para aprender a utilizar la banca digital desde el móvil u otros dispositivos, para comprar por internet de forma segura, tramitación de cursos online, cómo gestionar la nube y las fotos o cómo utilizar aplicaciones como Spotify, Youtube o Bizum, tan utilizadas por otras generaciones.
Quizá alguno se convierta en “microinfluencer”, use facebook, redes sociales y algún avanzado tiktok, reconoció Oliván entre risas; pero sí que quisieron poner en valor el decálogo del mediador, que servirá para otorgar “independencia digital, autonomía, ayudará a reducir la soledad” pero también ayudará “a respetar valores y buscar soluciones a los problemas.
José Ramón García de la Chica y María Dolores Cebollada tienen ambos 75 años y se han convertido en mediadores. Durante el tiempo que estuvieron trabajando “todo los no hacían” y ahora que tienen tiempo “la tecnología ha avanzado mucho y nos estamos quedando atrás”, así que han decidido dar el paso y “hemos empezado a formarnos” para poder relacionarse con la administración y ver las noticias, explica Dolores; mientras que José Ramón reconoce que la relación con los bancos “ha sido tremenda para los mayores” y por eso, sus ganas de aprender y luego enseñar, pero tiene claro que “como somos un grupo, nos irá bien”.
“Queremos dejar de concebir a las personas mayores como clientes, usuarios pasivos o como víctimas y empezar a pensarlos como protagonistas, como ciudadanos activos, de sus propios proyectos e iniciativas, señaló la gerente de AST, mientras que Oliván, remarcó que los mayores podrán “descubran todas las ventajas que puede ofrecerles la tecnología y sepan utilizarla en su día a día de forma segura”. Por su parte, Jiménez recordó que desde ciudadanía se ha puesto en marcha el Plan del Mayor y otros programas de Envejecimiento activo. Maru Díaz lamentó que con la “creciente digitalización” acelerada con la pandemia se está “agravando la brecha digital de los mayores”, una situación que se quiere paliar con iniciativas como La compañía. Toda la información sobre el proyecto está en lacompania.aragon.es, lugar en el que se pueden realizar las inscripciones
